Opinión

Viaje a Ítaca

CUANDO EMPRENDAS tu viaje hacia Ítaca debes rogar que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias". Así canta el primer verso del poeta griego Konstantino Kavafis. El poema Ítaca ha sido versionado musicalmente por Lluis Llach y durante todo el proceso (kafkiano) catalán fue canción de referencia para los que sueñan con utopías esteladas. Hace unas semanas viajé hacia la zona de Valdoviño por serpenteados caminos llenos de vegetación en el abrupto y salvaje norte gallego donde las olas del mar rompen contra las rocas de los acantilados batiéndolos con una inusitada fuerza hasta convertir el agua en gigantescas burbujas de espuma blanca y sal. Allí esperaba otro Lluis, mi gran amigo catalán y su pareja Sara, una hermosa meiga ferrolana. Juntos tienen dos niñas que son una belleza y están llenas de alegría. Mitad Atlánticas, mitad Mediterráneas. Lluis nació en Blanes, un bellísimo pueblo blanco donde comienza la Costa Brava y en cuyo puerto hay un bar llamado Leopoldo regentado por lucenses donde sirven la cerveza muy helada y saben cocinar buen pulpo. El abuelo de Lluis era un gran buceador y se sumergía en el fondo del mar Mediterráneo en la búsqueda de tesoros y antiguas reliquias, como ánforas griegas o collares etruscos. Ese mar Mediterráneo que constituye un estado del ánimo quizás ahora solo albergue en su vientre botellas vacías de Estrella Dam pero es un mar que sigue conquistando los corazones de quien lo contempla porque tiene la serena calma en el alma.

Los derechos históricos son muy importantes pero más importantes son los derechos sociales


Nos encontramos en la playa de Pantín, un inmenso arenal rodeado por montañas verdes y surgió el tema del referéndum. Para Lluis y para muchos catalanes la posibilidad que Cataluña se convierta en un nuevo estado en el mundo es una oportunidad histórica cargada de romanticismo y poesía, un viaje hacia Ítaca, pero a la vez es una cuestión práctica. Está demostrado desde la ciencia política que la gestión pública es más eficiente cuanto más próxima a los ciudadanos se encuentre la administración y los recursos públicos porque la toma de decisiones y la formulación de políticas públicas se basan en la participación y la identificación directa de las necesidades reales de los vecinos, la ciudadanía. No obstante el tema en Cataluña no solo es un tema de independencia administrativa para una mejor gestión pública, es un tema de identidades y para quien no lo quiera ver es la quiebra del estado autonómico. Le comentaba a Lluis que desde mi punto de vista las banderas siempre han servido para dividir a lo largo de la historia a la clase trabajadora a través del nacionalismo y que el enemigo no es una bandera. Los derechos históricos son muy importantes pero más importantes son los derechos sociales. El alquiler del piso en Barcelona donde vive (y varias manzanas de la misma zona) ha sido adquirido por un consorcio inmobiliario ruso y les han subido la renta del actual 800 euros a los 1.200 euros mensuales. Ahora mismo en Barcelona centro es casi imposible encontrar un piso por menos de mil euros y hay una expulsión de los vecinos hacia áreas limítrofes de la ciudad convirtiendo el centro de la ciudad en Eurodisney. ¿De que se trata la independencia entonces?, ¿De quitar una bandera de la plaza San Jaume? ¿O de que un pueblo tenga sus derechos constitucionales garantizados incluido el derecho a la vivienda y al trabajo digno?. La amenaza no es una bandera. España se llama España desde que los romanos denominaron al territorio peninsular Hispania. El enemigo es la codicia disfrazada de especulación financiera, ideología conservadora y economía neoliberal. Esa es la verdadera lucha por la independencia. La de los derechos sociales. Lluis me aseguraba que no se trata de un movimiento nacionalista sino democrático basado en la legitimidad de los ciudadanos para elegir sobre que forma de gobierno quieren vivir y que si el resto de España quisiera vivir en una república deberían movilizarse también. Es cierto. Si algo hay que afirmar sobre Cataluña es que siempre ha sido el motor de los cambios políticos en el Estado. Cuando llegó la transición gracias a sus movilizaciones masivas en la calle clamando por la autonomía hoy en día tenemos Estado de las Autonomías y Estatutos. Quizás gracias a estas movilizaciones que hoy vivimos algún día España se convertirá en una República Federal de Estados. No se cuantos kilómetros le falta a Cataluña para llegar o convertirse en Ítaca pero es cierto que sin la idea de Ítaca no se hubiera emprendido el camino. Quizá, como en el verso de Kavafis, Ítaca sea pobre y no tenga nada que ofrecernos. Llegaremos viejos y sabios al final del camino y con tanta experiencia comprenderemos ya que significan las Ítacas. Por mi parte sigo pensando que las banderas son trapos de colores que solo sirven para dividirnos y reforzar la autoestima individual y colectiva mediante el sentimiento de pertenencia a un grupo. Como decía Federico Luppi en la película Martín Hache: "La patria es un invento". Uno se siente parte de muy poca gente. Tu país es tu calle, tus amigos, tu familia. Eso es lo que se extraña. Eso es Ítaca.

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