Opinión

Podemos liarla

ACABARÁ SALIÉNDOSE con la suya, ya se verá. Los absolutismos son malos de frenar, pero a Pablo Iglesias le están saliendo (demasiado) respondonas, más de lo previsto, las comisiones de garantías (11 de 16) de las diferentes autonomías, órganos que velan por los derechos de los militantes y el cumplimiento de las normas internas, hasta el punto de haber declarado nulos los estatutos que él maquinó a su medida, saltándose a la torera lo acordado en el congreso, para hacer y descomponer a su antojo. El estilo es copia exacta del de su amo Maduro (aquí mando yo), pero en principio los subalternos del dictador bolivariano son menos indómitos, o tienen más pavor, que los vasallos de Iglesias. Son finalidades coincidentes en ambientes distintos, que no favorecen en absoluto al caudillo podemita. Corre el peligro, serio, de que se desplome el tinglado si no tiene a bien rectificar o saber sortear la indisciplina. Sea como fuere, siempre quedarán posos de insubordinación, sedimentos que, de un modo u otro, condicionarán la formación.

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