Opinión

Bestiario y "vestiario"

QUIÉN PODRÍA haberse imaginado que aquella feria libre de impuestos, que discurría entre los quince días antes y quince días después de San Bartolomé, fruto a su vez del privilegio que a finales del siglo XV el rey Enrique IV concedía a la entonces brillante Pontevedra, llegase a nuestros días con semejante celebración.

Este privilegio fue un reconocimiento a la posición de la entonces brillante villa, buque insignia de la pujanza económica del norte del reino y referente en la pesca, en la construcción de barcos como la Nao Santa María que descubriría América bajo el gobierno de Cristóbal Colón, y en donde se empezaba a edificar la que después sería la Real Basílica de Santa María la Mayor de los Mareantes auspiciada por éstos, así como por la Cofradía do Corpo Santo. Todo ello bajo el gobierno de dicho gremio que fue quien hizo grande la Pontevedra de la época.

Y así 550 años después de aquella concesión, este pasado viernes día 1 de septiembre se daba el pistoletazo de salida a una nueva celebración de la ya fiesta de interés turístico gallego, la Feira Franca, la cual en su ya XVIII edición, y a propuesta del Consello Aberto da Feira Franca estuvo dedicada al Bestiario Medieval.

Para que nos hagamos una idea, el Bestiario Medieval es un compendio de bestias muy popular en la Edad Media, a menudo representando en forma de volúmenes ilustrados las descripciones de animales, plantas o motivos orgánicos de la naturaleza.


Entiendo perfectamente que en la nueva era de culto al cuerpo, muchos y muchas quieran exhibir el resultado de las horas de gimnasio 


Pero el bestiario era también una referencia al lenguaje simbólico de los animales en la literatura y el arte cristianos de occidente, y eso fue lo que hizo que en su mismo 'corpus' cohabitaran seres fantásticos y reales; llegando hasta el punto de sacralizar esta estética pagana convirtiendo a los animales en portadores de virtudes o perversiones, por lo que su aparición en capiteles, canecillos, metopas, tímpanos, etc., es reinventada y usada con sentido de enseñanza y advertencia en las diversas construcciones que se erigían en la época.

Así compartían protagonismo bestiarios reales de signo positivo, como las aves (palomas, cigüeñas, águilas) y leones, bestiarios de signo negativo como serpientes, monos, liebres, cerdos, cabras, etc. y bestiarios fantásticos, como dragones, arpías, sirenas, basiliscos, centauros, sátiros, gárgolas o gorgonas. Lo cierto es que el mundo animal estaba muy presente en la cultura del Medievo y, aunque tienen un especial protagonismo todos los años en la feria pontevedresa, este año se les da un papel primordial de protagonistas.

He de confesar que la fiesta va 'in crescendo', y que este mismo sábado era imposible transitar por nuestras calles y plazas desde bien temprano en la mañana, lo que viene a corroborar el récord de visitantes que en este mes de agosto acudieron a Galicia, y que está consiguiendo que España vaya en camino de ser el país que más turistas recibe este año en el mundo, y así superar al más visitado, Francia. Pontevedra no podía ser una excepción.

Pero sí es condición indispensable para un mayor goce y disfrute de la feria el venir ataviado con ropajes de la época, es evidente que cada uno dentro de sus posibilidades, pero respetando el período histórico; porque es obvio que la cosa se nos está yendo de las manos. Por ello, el protagonista no fue tanto el bestiario propuesto como tema, como lo fue, otro año más el "vestiario" o vestimenta de los participantes. No confundamos Feira Franca con Carnaval, son cosas distintas.

Las fiestas en general, y la Feira Franca por su temática, dimensión y trascendencia en particular, deben ser mimadas como se merecen, y en ellas debemos participar como exige la ocasión, incluso yendo vestidos de diario si no tenemos otra opción.

Para quien no lo sepa, en el siglo XV en Pontevedra no había celtas, ni castrexos, ni griegos, ni romanos, ni tracios, como tampoco gladiadores. La batalla de las de las Termopilas con sus forzudos guerreros había quedado ya siglos atrás. Artemisa, Apolo y Hermes habitan el Olimpo, como las valkirias el Valhala, no la tierra. Los vikingos que asaltaron Galicia, lo hicieron quinientos años antes de la primera Feria Franca. Para que nos hagamos una idea de la diferencia en el tiempo, sería la misma de la primera celebración en 1467 con la de este sábado. William Wallace o Braveheart fue asesinado en el año 1305. vLa indumentaria de los Amish tampoco tiene cabida, ya que es propia de finales del XVII y principios del XVIII, y no me los imagino ni en esa época en Pontevedra. Y para los seguidores de Benito Soto, este nació en 1805.

Entiendo perfectamente que en la nueva era de culto al cuerpo, muchos y muchas quieran exhibir el resultado de las horas de gimnasio a lo largo del año, así como los bronceados más o menos naturales de la época estival; pero eso no es coetáneo del siglo y la época que tratamos.

Esta fiesta que tuvo su germen en aquellos comerciantes de la Zona Monumental y los artesanos de la feria de la Miel en el final del mandato de Juan Luis Pedrosa, y que las sucesivas corporaciones municipales de Miguel Anxo Lores han ido afianzando, no se puede desvirtuar.

Y aunque es de recibo reconocer que hay muchas personas que se trabajan su atuendo con ilusión y realismo a lo largo del año, emplazo al responsable correspondiente del Ayuntamiento de Pontevedra a que popularicen a lo largo del año talleres culinarios para la organización de menús medievales (en la época no había ni patatas, ni pimientos de padrón, ni criollos, por ejemplo), y multipliquen los 'obradoiros de vestiario' o talleres de confección de ropas de la época, den instrucciones a las tiendas, así como la institucionalización de un premio a las mejores vestimentas.

Esta tiene que ser nuestra fiesta referente, bien con la representación de Bestiario Medieval y sus gárgolas, dragones, arpías y animales de diario; bien con campesinos, pescadores, nobles, mesoneros, soldados, etc.; pero todos ellos ataviados como puedan y más les guste, pero dentro de los cánones de la época. Eso ayudará a construir entre todos un mayor realce de la Feira Franca.

Es mi humilde opinión. Así, el bestiario podría haber sido el verdadero protagonista, eso era lo previsto, aunque al final volvió a ser el "vestiario".

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