ESTAMOS sufriendo una huella o secuela de la época franquista que se les viene pasando por alto, pese a su indiscutible dedicación y eficacia, a los implacables rastreadores de la Memoria Histórica. Porque además del pazo de Meirás, de una estatua (aunque ya no debe de quedar ninguna de las de derribar), de un escudo o del nombre de una calle; además de eso, está algo tan franquista como "la pertinaz sequía", la ya tópica frase con la que el nefasto régimen intentaba justificar el fracaso de algunos planes agrícolas o la construcción de algunos pantanos. Pues para pertinaz sequía, la de ahora. No la permitáis, memorizadores de la historia. A por ella, y que nunca vuelva.
