Opinión

Seis mecheros

HOMBRE, lógico es que si a uno lo pilla la Guardia Civil con seis mecheros, en un andurrial ardiendo por los cuatro costados, es que la Benemérita no acepte por creíble la excusa de que los acopie por coleccionismo de encendedores. Pero de eso a que sirva como prueba inexcusable y concluyente para que se le proclame pirómano existe un margen incierto que la Justicia valorará antes de pronunciarse. Seis mecheros llevaba un presunto incendiario ourensano, en Maceda, al que se acusa de 17 fuegos en su comarca de residencia. A primera vista, en base a un análisis basado en la apariencia, parece que existen indicios racionales de culpabilidad, pocas dudas respecto a la autoría, pero la confirmación es tozuda cuando toca acreditarla. No sirven todas las conjeturas. Las garantías procesales parten de una exacción rigurosa, como debe de ser cuando de emitir un veredicto de culpabilidad se trata, y por eso precisamente son más bien pocos los condenados, salvo que se les sorprenda con la mecha prendida en la mano o que aparezcan vestigios incuestionables. No suele ser suficiente haber pasado por allí.

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