NO ES la primera vez que Mercedes Nieto, Mecha, comparece en Marín con sus acrílicos -ya lo había hecho consecutivamente en dos años anteriores- llenos de colorido y trazos vigorosos "donde se adivina el movimiento del brazo y la emoción que lo anima" según quienes entienden de este tipo de arte.
Mecha cuelga sus cuadros en el Museo Manuel Torres desde el pasado día 29 fecha en que fue inaugurada su exposición que permanecerá abierta hasta el próximo día 13. Visitar esta interesante muestra es disfrutar con la obra de una artista autodidacta nacida al arte pictórico hace más de treinta años. Empezó por afición y tras un paréntesis de reflexión "se vuelve a enamorar del arte y regresa a la creatividad a través de la pintura que había aparcado durante un tiempo". La temática aunque es anónima en cuanto a enunciado -"soy la única pintura que no pone nombre a sus cuadros", dice- nos envuelve en un mundo de colorido intenso y diverso, "convirtiendo en color la caída de la lluvia y el granizo del invierno para que el espectador no vea el mal tiempo".
La criticas a su obra son de lo más variado. Hay críticos que ven en la obra de Mecha Nieto "una pintura nacida de la intuición y los sueños, dando lugar a una composición pictórica llena de luz y color..." y los hay que analizan su trabajo como "una creación acrílica sobre madera -utiliza materiales ecológicosdonde el pigmento adquiere una importancia relevante aportando al conjunto un sello delicado y vitalista que ennoblece su pintura..." Esta singular pintora, quien por cierto ha donado uno de sus cuadros al Concello en una de sus primeras exposiciones en Marín, da una importancia fundamental al color, un color vivo e intenso con el que se encontrará el visitante a sus exposiciones, un color con el que quiere transmitir optimismo y eliminar la negatividad. Mecha promueve el expresionismo abstracto de trazos fuertes y profundos que la ponen en acción haciéndola interactiva en sus exposiciones que día a día traslada a todas partes: Pontevedra, Marín y Ourense, son las ciudades más frecuentadas, aunque sus cuadros ha viajado a países como Argentina, Italia, Portugal e incluso a Australia. Lleva vendidos más de 3.000 cuadros y ha sido invitada a exponer en otros países pero lo he rechazado porque no le gusta viajar.
Elogios merece quien haya considerado que una vez más la sala de exposiciones del Museo Manuel Torres acogiese la ingente obra de esta mujer y artista; una muestra, repito, que nadie debería perderse porque admirar los acrílicos de Mecha es adentrarse en un mundo lleno de colorido del que a uno se le hace difícil salir, porque como muy bien la define el escritor y critico de arte Roberto del Río, "la pintura de Mecha, suscita emociones, brilla con luz propia desafiando la oscuridad y refleja la madurez artística de la autora. Para disfrutar y reflexionar".
