Opinión

Procesión

SON PINTORESCAS las procesiones ante los tribunales de los políticos independentistas catalanes cuando uno de ellos ha de ser juzgado. Pero pintorescas dice poco. Esas procesiones laicas —aunque para los participantes casi serán sacras— tienen bastante de folklórico y pueblerino. Llegan todos en amor y compañía desde su lugar de origen, cantan himnos y canciones ad hoc y arropan bien arropado al encausado, que saluda a la afición. A uno se le vienen a la cabeza ciertas escenas del cine de Berlanga, con Pepe Isbert y Manolo Morán, por ejemplo. U otras en que parientes varios de determinada etnia acompañan hasta el límite al que es conducido al juzgado. Qué cosas.

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