Opinión

Marín, turismo y la Igrexa Vella

CON EL objetivo de potenciar los recursos turísticos de los que dispone Marín, el Concello ha instalado una nueva señalización, mediante totems, para dar la bienvenida en seis idiomas (galego, español, francés, inglés, alemán y portugués ¿y ya puestos, porqué no además en euskera y catalán?) a quienes visitan el municipio. Estas señales promueven, a través de los símbolos en ellos grabados, como ejes principales o señas de identidad turística de la villa marinense, la Igrexa Vella y el conjunto de Petroglifos de Mogor. "Esta renovación de imagen desde el punto de vista turístico, se nos decía en el comunicado de presentación de las nuevas señales, sitúa a Marín como punto estratégico desde el punto de vista arqueológico y patrimonial, poniendo en valor el atractivo que suscitan el Centro de Interpretación de los Petroglifos de Mogor y el Casco Viejo".

Estas actuaciones tendentes a promocionar el municipio, turisticamente hablando, a través de su patrimonio histórico -que es lo que parece ser que se pretende con los totems- deben ser bien acogidas siempre y cuando lo que se oferta o promueve a su través sea un buen producto, bien cuidado y mejor conservado. Y con esto me estoy refiriendo a la Igrexa Vella, representada en uno de los logotipos grabados en las subsodichas señalizaciones, pues sabido es que la edificación histórica más antigua de Marín, y seña de identidad de nuestra historia, se encuentra en unas pésimas condiciones debido al deterioro sufrido con el paso del tiempo. Son muchos los achaques que padece tanto exterior como interiormente. Tanto es así que está cerrada a cal y canto y confiemos que no sea por mucho más tiempo puesto que promocionar un bien patrimonial en estas condiciones producirá el efecto contrario de lo que se busca. Anteponer la señalización de su promoción antes que su rehabilitación no me parece a mi lo más indicado. ¿Se imaginan ustedes que en una visita a cualquier pueblo o ciudad nos orientasen a visitar un monumento que se encuentre cerrado por el mal estado de conservación? Nos defraudaría.

Por lo que sé y se me informó parece ser que en el equipo de gobierno de María Ramallo existe gran interés en la reparación del templo antiguo y en tal sentido se han hecho gestiones ante la Consellería de Cultura de la Xunta consiguiendo que técnicos de Patrimonio se acercasen a conocer in situ el mal estado de la edificación. Desde aquella visita, que contó con la presencia del conselleiro del ramo y que tuvo lugar en junio pasado, solo se ha conseguido la promesa de elaborar un proyecto para su rehabilitación y mejora. Conveniente sería pues que su acondicionamiento se ejecute antes del verano con el fin de poder ofertar al turismo una visita a nuestra Igrexa Vella (s. XVIII) en las condiciones deseables. De lo contrario mejor será borrar su imagen de las señales turísticas, pues mantenerla sería publicidad engañosa.

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