Opinión

Aldabonazo a la violencia

PARTIENDO DE LA evidencia de que no puede condenarse a nadie sin pruebas, tampoco es razonable mantener a sospechosos en prisión preventiva si los indicios de culpabilidad no son obvios. Es, se deduce, el caso de los cuatro acusados del Frente Atlético de haber causado la muerte a Jimmy, de los Riazor Blues, en Madrid, lo cual llevó al juez instructor a ordenar su puesta en libertad, dudando que sean los autores materiales del fallecimiento. Se desprende que la decisión arranca de una investigación policial deficiente, en cualquier caso muy difícil cuando se trata de una trifulca multitudinaria, pero que tampoco lo justifica. Si los motivos no son claros, es irresponsable y negligente atribuir hechos tan graves a implicados sin más fundamento que la sospecha. Eso quiere decir que la muerte de Jimmy puede quedar sin castigo; además, el hecho supone un aldabonazo a la impunidad de los violentos en el fútbol, que es precisamente lo que faltaba como acicate a individuos que no necesitan de estímulos para organizar grescas. Pero es también una llamada a adoptar medidas preventivas serias.

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