Después de dos días de intenso temporal en Galicia, los niveles de alerta han sido suprimidos en tierra y quedan rebajados de rojo a naranja en el mar durante todo el miércoles. Las olas de hasta 12 metros de altura y los vientos cercanos a los 140 kilómetros por hora dejarán paso a un oleaje de 5 a 7 metros y unas rachas máximas no superiores a los 90 kilómetros por hora.
Por la tarde, las olas se reducirán hasta una altura de 4 a 6 metros y la inestabilidad del tiempo irá desapareciendo a lo largo de la jornada. No obstante, Meteogalicia informó de que para el jueves se espera la entrada de una nueva borrasca, aunque no tan profunda como la que causó graves desperfectos en el litoral gallego, la muerte de un marinero jubilado y la desaparición de otro estos últimos días.
De esta forma, el jueves se establecerá la alerta amarilla en el mar, por vientos asociados de fuerza 7 a 0 en Ortegal, que afectarán, principalmente, al noroesta de A Coruña y a la Mariña Lucense. Los parámetros serán los normales para la altura del año en que nos encontramos.
