Mediadores

Muy a su pesar le han dado la razón a Mayor Oreja. Sigue la negociación del Gobierno con los asesinos de la ETA. Un grupo de espiritistas asilvestrados que se autodenominan “mediadores” acaba de presentar en el Parlamento Europeo una declaración a través de un tal Brian Currin en la que le piden a la ETA una tregua permanente supervisada internacionalmente, al tiempo que solicitan del gobierno español que responda bajándose los pantalones en un nuevo dialogo. El tal Currin es un ciudadano batasunizado de la Republica de Sudáfrica mucho más preocupado, a lo que se ve, de los asesinos etarras que de los millones de compatriotas suyos de color negro que viven en la más absoluta de las pobrezas. Pero, claro, al señor Currin los negros que se las arreglen como puedan, que él, el arzobispo Desmond Tutu, Frederick de Klerk y algún otro “profesional” de la negociación, están para solucionarle los problemas a la ETA y a los chicos de Herri Batasuna, tan amigos de Don Brian. Vamos, que a estos ciudadanos les gusta mucho más la Catedral de San Pedro, el Jet d`eau, la playa de la Concha y el restaurante de Juan Mari Arzac que recorrer los suburbios de Johannesburgo o Ciudad del Cabo ayudando a los más necesitados. Y es que estos estos negociadores internacionales son como las criadas para todo pero cobrando, claro. Siempre tuve curiosidad por saber quien apoquinaba y cuanto cobraban estos señores desfacedores de entuertos previo pago por reunión y mesa negociadora en los carísimos, exclusivos y lujosísimos hoteles de cinco estrellas de Ginebra - la ciudad en donde mejor se vive del mundo -, aunque conociendo a Zapatero ya me imagino quien es el pagano. El hecho cierto es que Mayor Oreja tenia razón como siempre. Y los espiritistas ya han comenzado a invocar a Ternera y demás fantasmas etarras acompañados por las también sombras monocromáticas y blanquecinas de Javier Arzallus y de monseñor Setién. Los negociadores profesionales ya le han dicho a Zapatero en su declaración parlamentaria que las medidas que debe de tomar de inmediato el Gobierno de España son, además de ponerse los pantalones por las rodillas, legalizar Herri Batasuna, acercar a los asesinos a cárceles más cercanas a las vascongadas y la relajación de las leyes. Lo de siempre. Es decir otra tregua trampa como dice Mayor Oreja, para que los criminales se organicen de nuevo, se rearmen y se preparen para, tan pronto como puedan, volver a colocar bombas y asesinar niños en las casas cuartel de la Guardia Civil. Pero, claro, esto a los negociadores del trinque y de la mamandurria a costa de los impuestos de los españoles, les importa un rábano. Ellos solo quieren seguir negociando, entre langostino y langostino, en un asunto que desconocen absolutamente y que esta muy claro para toda la ciudadanía española: que a los asesinos hay que meterlos en la cárcel de por vida. Así que los Currin, Tute, Esquivel, Cossiga y de Klerk se dediquen a trabajar por sus países de origen que, visto lo visto, bastante tienen. Y los langostinos que los paguen de su bolsillo.

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