General Motors se declara en quiebra

General Motors, GM, la empresa centenaria que ha dominado durante décadas el mercado automovilístico mundial, se acogerá este lunes a la bancarrota en Estados Unidos, cuyo gobierno pasará a poseer el 60% de su capital y el de Canadá otro 12%. Se perderán al menos 24.000 empleos.

"Hoy será un día histórico: el del fin de la antigua GM y el inicio de una nueva", ha confirmado la Casa Blanca en un comunicado. Está previsto que Obama anuncie su apoyo a la suspensión de pagos en un discurso televisado pocas horas después. Igual que hizo el pasado 30 de abril cuando Chrysler se acogió también a la bancarrota. Inmediatamente después, los ejecutivos de GM darán una rueda de prensa y se espera que Al Koch sea el encargado de dirigir la reestructuración.

La bancarrota de GM es una muerte anunciada y su salida será más compleja que la de Chrysler. Es la cuarta mayor de la historia del país. Su acción se ha desplomado por debajo de un dólar. Llegó a valer 90. Ha perdido dinero desde hace cuatro años. Ha recibido ya casi 20.000 millones de dólares en préstamos gubernamentales y el Estado tendrá que poner otros 30.100 millones para crear una nueva compañía, mucho más pequeña y eficiente. Canadá también aportará 9.500 millones.

El acuerdo con los acreedores facilita una salida ordenada
Alrededor del 54% de los acreedores de GM ha aceptado este sábado la última propuesta del Tesoro. Una oferta endulzada que les permite canjear sus 27.200 millones de deuda a cambio de un 10% de la nueva compañía (ampliable al 25% en el futuro). Y con la condición añadida de no litigar en los tribunales.

El acuerdo levanta el último obstáculo a una suspensión de pagos ordenada y rápida: se espera que dure sólo dos o tres meses. La administración Obama llevará a cabo una nacionalización de facto. Se convierte en el mayor accionista de la nueva compañía, con un 60%. El segundo titular será el sindicato UAW, con el 17,5%, a cambio de financiar 10.000 millones de dólares de cobertura sanitaria de cientos de miles de trabajadores jubilados.

Aunque el visto bueno de los acreedores y la protección del Tesoro facilite y agilice la salida, la reestructuración será dolorosa. Se espera el despido de unos 24.000 empleos sobre una plantilla de 62.000. Llegó a tener 400.000 trabajadores.

No será suficiente: GM cerrará 11 plantas (y dejará otras tres en paro técnico), casi 2.500 concesionarios y cuatro de sus marcas. Un final triste para la empresa que ha fabricado más coches que nadie en el mundo. La filial europea de GM, Opel, se salva gracias al acuerdo con Magna y el gobierno alemán. Pero también habrá recorte de plantilla.

El símbolo del sueño americano, nacionalizado
General Motors (GM) sorprendió los mercados con el anuncio de que parte de sus acreedores aceptaron una nueva propuesta de canje de deuda que, aunque no evite su quiebra, sí le permitiría superarla con más rapidez. La empresa pasará a manos del Estado, después de que la compañía se acoja a la Ley de Bancarrota.

Así, tendrá una participación del 72,5% en el gigante automovilístico, mientras un 17,5% quedará en manos del Sindicato de Trabajadores Automovilísticos Unidos (UAW). Dicho de otro modo, el que fue símbolo del sueño americano y la principal fuente de empleo en el mundo de la automoción pasará a manos del Estado y de los obreros, que se convertirán en funcionarios.

Un acuerdo 'in extremis'
GM tenía hasta el 31 de mayo para reestructurar su deuda no asegurada, cifrada en 27.200 millones de euros. En caso contrario, se vería obligado a declararse en quiebra. Pero este jueves presentó ante la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU una propuesta que sus acreedores han aceptado: canjear la deuda a cambio del 10% de las acciones de la 'nueva' compañía, y la garantía de aumentar la participación un 15% más.

Por otra parte, la Administración Obama dijo que la compañía probablemente pasará de seis a 18 meses sin cotizar en bolsa. En la línea, un alto funcionario explicó dijo que la reestructuración de la compañía por parte del Departamento del Tesoro está diseñada para permitir que la compañía se mantenga viable en el actual mercado de ventas y para que sea "altamente rentable" si suben las ventas.

Incertidumbre en Zaragoza
La crisis de GM enfrenta a Washington con Berlín, al afectar de lleno a Opel, su filial europea. Los ministros de Economía e Industria de la UE se reúnen este viernes de manera urgente en Bruselas, a petición de la Comisión Europea, para abordar la situación por la que atraviesa el fabricante automovilístico.

El encuentro, exigido por los países europeos donde la alemana tiene fábricas, se celebra pocas horas después de que su matriz, GM, se declare en suspensión de pagos, lo que obliga a Opel a separarse.

Aunque es Alemania el país que alberga la mitad de las factorías de Opel en el Viejo Continente, el resto de países afectados ha insistido en que se aborde la cuestión de manera comunitaria.

Además, es la planta de Zaragoza, con 7.500 empleados, la que acapara el mayor número de operarios en Europa. En la línea, la ministra española de Economía, Elena Salgado, ha condicionado el apoyo a Opel al mantenimiento de los puestos de trabajo.

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