Opinión

No vuelva usted allí

EN EL debate de la nación, celebrado el pasado martes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le dijo al líder de la oposición, Pedro Sánchez, “no vuelva usted aquí a hacer y a decir nada. Ha sido patético”. Con esta frase parece que Mariano Rajoy, en ese momento, consideró que el Congreso de los Diputados era de su propiedad. Era “el casero” y que por ello, sin su permiso, nadie podía pronunciar palabra alguna. Esta situación permite recordar la frase pronunciada por Manuel Fraga el 13 de marzo de 1976 cuando, siendo ministro de la Gobernación, dijo “la calle es mía”, en un momento en el que estaban produciéndose manifestaciones en las calles de nuestro país. Por supuesto que el pasado martes Mariano Rajoy no tenía manifestaciones en el hemiciclo, pero sí continuadas intervenciones de los portavoces de los diferentes partidos políticos con escaños en el Congreso, que con absoluta mayoría criticaron la labor del Gobierno en los últimos tres años.

En su intervención Mariano Rajoy, en el balance de su gestión, anunció medidas para aliviar la situación que padecen una gran mayoría de ciudadanas y ciudadanos. Recordó la situación en que encontró a España, prácticamente en la “quiebra”, hasta llegar al momento actual en el que, según el presidente, “se salió de la pesadilla” tras los esfuerzos y sacrificios que hubo que hacer y actuaciones puntuales en diferentes campos. En su intervención, Mariano Rajoy ofreció una España en la que la mayoría de los ciudadanos nadan en la abundancia. Afirmó que “en los hogares se percibe cierta mejoría económica”. Con esta frase seguro que el presidente del Gobierno no se refiere a los millones de parados, a los miles de hogares en los que no entra ninguna prestación, en los salario mínimos vergonzosos, en los contratos basura, en las famiias desahuciadas, en los jóvenes que tienen que emigrar para encontrar un trabajo digno.

Mariano Rajoy ofreció una España en la que la mayoría de los ciudadanos nadan en la abundancia. 

La exposición optimista de Mariano Rajoy tuvo como respuesta todo tipo de críticas de la totalidad de los partidos políticos, rechazando la gestión llevada a cabo por el Gobierno en los tres últimos años. Ese optimismo del Gobierno encontró, por ejemplo, una respuesta contundente del líder de la oposición, Pedro Sánchez, que con sus intervenciones consiguió que el presidente del Gobierno perdiese la compostura, cuando aquél hizo referencia a la corrupción, a la desparición del Estado de bienestar o a Luis Bárcenas y todo el entramado que presuntamente afecta al Partido Popular. Ese perder en algunos momentos la habitual tranquilidad Mariano Rajoy en el transcurso del debate de la nación tuvo también su reflejo en las contestaciones que con un tono irónico hizo al representante de Izquierda Unida, Alberto Garzón, o su intervención respondiendo a la líder de UPyD, Rosa Díez -y no Díaz como suele llamarla Mariano Rajoy- a la que llamó, sin el menor pudor “ soberbia”.

En sus respuestas ha sorprendido que el presidente del Gobierno se haya referido a Podemos y Ciudadanos, que no tienen representación en el Congreso, pero que por lo visto inquieta demasiado al máximo dirigente del Partido Popular. Por eso es posible que Mariano Rajoy, en el debate de la nación, al pronunciar la frase “no vuelva usted aquí” no la dirigiese únicamente a Pedro Sánchez, sinó también pensando en toda la oposición. Quién sabe.

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