No es la primera ocasión en la que el número 12 de la calle Javier Puig abre una de las páginas de sucesos de Diario de Pontevedra. El inmueble, en un estado de conservación deficiente, acogió años atrás un centro de estudios particulares en la entreplanta. Desde entonces, su propietario alquila los pisos a personas que, en algunos casos, no cuentan con demasiados recursos. El portal exterior está abierto y en las paredes apenas queda pintura a causa de la humedad y la ausencia de mantenimiento.
En las cercanías del edificio, casi puerta con puerta, se halla un local que en su día fue el conocido Bar Maracaibo, asociado en más de una ocasión al trapicheo de droga, y que más tarde se readaptó para dar cobijo a Calor y Café...
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