22.500 firmas piden una pena más dura por el atropello de la Ronda de la Muralla

Los padres de María López, una joven estudiante de 22 años que hace cuatro murió atropellada por un vehículo que competía con otro en una carrera alrededor de la ronda de la muralla de Lugo, entregarán el miércoles en la Audiencia Provincial de Lugo 22.500 firmas para expresar su "consternación" contra una sentencia que consideran "realmente insuficiente".

El fallo del juzgado de lo Penal número 1 de Lugo se conoció el pasado 24 de julio y casi de inmediato los padres de la fallecida se pusieron a recoger firmas cuando se enteraron de que tanto el autor material del atropello como el amigo con el competía se librarán de la cárcel al haber sido condenados únicamente a dos años de prisión y no tener antecedentes.

Los hechos están probados
En la sentencia se dio por probado que los implicados iban "en competición o carrera" el día de autos y lo hacían a "excesiva velocidad", a lo que se añadió que el autor del atropello dio positivo en la prueba de alcoholemia.

Aunque en el texto se habla de una conducta "gravemente imprudente", la jueza no admitió la petición de la acusación y fiscalía de que hubieran incurrido en un delito de omisión del deber de socorro, pese a que tardaron cierto tiempo en regresar al lugar del suceso y cuando lo hicieron no se identificaron al comprobar que las víctimas eran atendidas "de la mejor forma posible", según el fallo.

Ya recurrieron a la sentencia
Los padres de la víctima ya presentaron el lunes un recurso contra la sentencia en la Audiencia Provincial y este miércoles entregarán las firmas que testimonian, declaró el padre, "la máxima solidaridad de 22.500 personas que nos ayudan a salir adelante ante esta injusticia que queremos que no se vuelva a repetir".

El progenitor dio las gracias a todos los que firmaron en contra de esta sentencia y también a la asociación Stop accidentes que se ha unido a la reivindicación.

Las firmas las recogieron fundamentalmente en la provincia de Lugo, aunque también les llegaron de distintos países de todos los continentes, ya que pusieron una de sus peticiones en un albergue de peregrinos en San Román de la Retorta, en el municipio lucense de Guntín, donde residen.

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