Las lluvias abastecen al Lérez, que ya alcanza el caudal propio del otoño

O Pontillón, que ya está cerrado, ha recuperado la mitad del agua que se empleó para el consumo doméstico la primera quincena de octubre
El salto salmonero del río Lérez presentaba este domingo un caudal mucho más abundante que el de días anteriores
photo_camera El salto salmonero del río Lérez presentaba este domingo un caudal mucho más abundante que el de días anteriores

La cuenca del Lérez no será declarada zona de alerta por sequía, al menos este año. El río que abastece a los consumidores de Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Marín y parte de Vilaboa y Ponte Caldelas ha recuperado su caudal, alcanzando niveles de más de seis metros cúbicos por segundo, muy cerca de los datos que suele ofrecer la estación de bombeo de Monte Porreiro año tras año en el mes de octubre.

El responsable de la empresa encargada de la gestión del agua en en Concello de Pontevedra, Casimiro González, explicó a este periódico que "el caudal del río Lérez se va incrementando gradualmente", al tiempo que confirmó que "O Pontillón vuelve a estar cerrado", poniendo así fin a la situación de prealerta por sequía que se cernía sobre la citada cuenca y sobre gran parte de la provincia debido a la prolongada escasez de lluvias que se mantiene desde principios de año tanto en la Boa Vila como en el resto de Galicia.

Repasando los momentos más críticos vividos durante el presente mes de octubre en cuanto a la sequía, la primera fecha clave fue el día 8, cuando el caudal medio del río Lérez bajó, por vez primera en muchos meses, de los dos metros cúbicos por segundo, lo que obligó a Viaqua (la empresa responsable de la gestión) a hacer uso de la presa de reserva, O Pontillón de Castro, para mantener el abastecimiento de los vecinos de los municipios anteriormente citados. Ocho días después, tras el paso del huracán Ophelia, el caudal se mantenía en 1,7 metros cúbicos por segundo, lo que propiciaba que el embalse tuviese que aportar el 50 por ciento del agua necesaria para el consumo diario en Pontevedra y en su comarca. En esos ocho días hubo un extraño episodio en el que el caudal se duplicó "sin motivo aparente", algo que el Concello atribuyó a una gran reducción del consumo por parte de la factoría de Ence, que cuenta con una captación propia aguas arriba, en la zona de Bora.

La situación, sin embargo, ha cambiado por completo tras el paso de la mencionada perturbación oceánica, que, según los expertos, ha servido "para empujar el anticiclón mediterráneo que nos venía afectando" y para permitir la entrada de los frentes procedentes del Atlántico que trajeron consigo la humedad propia de esta época del año.

Todo ello ha hecho que el caudal del Lérez se acerque, a día de hoy, a los siete metros cúbicos por segundo (lo normal, en octubre, es que esté por encima de ocho), un nivel que permite que el embalse de O Pontillón vuelva a estar cerrado y que vuelva a acercase al máximo de su capacidad.

EMBALSES. En cuanto al estado de los embalses, y tomando como referencia el citado Pontillón y los de Eiras (que abastece al área de Vigo) y el de Caldas de Reis, los datos que ofrece Augas de Galicia también revelan claros signos de recuperación por las últimas lluvias.

Así, O Pontillón se acerca ya al 90 por ciento (en octubre suele estar en esas cifras o un poco por encima), Eiras supera el 55 por ciento (lo normal es que en esta época esté en torno al 70) y Caldas se sitúa en un 65 por ciento, una cifra casi idéntica a la del mismo período de 2016.

TRAÍDAS Y CENIZAS. Otro elemento que preocupa a los ciudadanos es la posible presencia de cenizas, ya no solo en los ríos y en los embalses de abastecimiento, sino también en las traídas locales de las que se nutren muchos vecinos de zonas rurales.

El área de Pontevedra y la cuenca del río Lérez no se han visto (salvo en algunas zonas de Cotobade y de Forcarei) muy afectadas por la ola incendiaria del domingo 15, por lo que el principal suministrador de los grandes núcleos de población no sufrirá ese problema.

Tampoco lo tendrán, en líneas generales, quienes se surten de las traídas. Las comunidades de aguas del término municipal de Pontevedra, que estaban al borde del colapso antes del día 15 ante la sequía (y no solo en la Boa Vila, sino también en Poio, Ponte Caldelas, Vilaboa o Marín), han constatado en las últimas horas que sus depósitos están recuperando los niveles más propios de esta época del año, lo que les permite abastecer a sus usuarios.

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