Tras la oleada de incendios que sumió a la provincia de Pontevedra en ceniza, dolor y desesperación, los agricultores y ganaderos deben enfrentarse ahora no sólo a las pérdidas económicas. Y es que, muchos de los pastos que daban alimento a los animales quedaron totalmente calcinados, lo que obligará a los ganaderos a comprar un alimento que hasta el momento habían tenido en el bosque o en la propia granja. Así, el secretario comarcal de Unións Agrarias Deza Tabeirós, Román Santalla, asegura que "todo isto vai derivar nun sistema de compra-venta de alimento que levará a unha subida dos precios, e vamos a estar todos afectados a consecuencia diso".
El lalinense apuntó también a otro extremo. Y es que "aínda por riba de que un agricultor perda o terreo, a lei impídelle que os animais non poidan pastar aí en dous anos. Ademais, co lume pérdense as hectáreas da Política Agraria Comunitaria (PAC)". Esto significa que los ganaderos que hasta el momento tenían catalogada como PAC su parcela y que optaban a las ayudas correspondientes por ello, dejarán de recibirlas al estar quemadas. Por todo esto, y más puntos que todavía están por concretar, el medio rural se movilizará el 18 de noviembre en Santiago, a las 11.30 horas, para demandar que la Xunta tome medidas de inmediato para paliar las desastrosas consecuencias de la ola de incendios que azotó Galicia.
"A auga que chove en Galicia ao ano son uns mil litros por metro cadrado, e parece que toda esa auga é de Fenosa", critica Santalla
Así, el comité comarcal de Unións Agrarias Deza Tabeirós se reunió ayer para hacer propuestas que contribuyan a paliar los daños y hacer peticiones a la Xunta. Unas demandas, incidió Santalla, que se extrapolan más allá de Deza y Tabeirós. Así, "o primeiro que lle pedimos á Xunta neste comité comarcal é que atenda aos afectados de forma inmediata", señaló el sindicalista.
En segundo lugar, este sector agroganadero insistió en que es necesaria una ordenación del monte. "O que queremos é que se priorice a política de aproveitamento do monte á política que está en marcha que é unha política da industria do lume", aseguró, y consideró que "non hai prevención nin ordenación do territorio".
Entre tanto, Román Santalla afirmó que es una aberración "plantar as terras agrícolas. Plantan eucaliptos á beira dunha casa e ninguén se preocupa", apuntó, y añadió que esta situación sólo se da en Galicia.
Por otro lado, una de las medidas de prevención que Unións Agrarias considera prioritaria es la elaboración de un censo de los puntos críticos en Galicia, de aquellas zonas propensas a un incendio, como casas o zonas que puedan estar cerca de un monte.
EMBALSES. "A auga que chove en Galicia ao ano son uns mil litros por metro cadrado, e parece que toda esa auga é de Fenosa", critica Santalla con contundencia. Así, "plantexamos un sistema de aproveitamento da auga agrícola", para que siempre haya agua suficiente para apagar el fuego en caso de incendio en el monte. Y es que, "aínda que quixeran vir a buscar auga, non tiñan de onde", afirmó.
Asimismo, el secretario comarcal de Unións Agrarias está convencido de que el sindicato puede aportar mucho á la hora de sofocar un incendio. "As maquinarias que nós temos están máis preparadas que as dos bombeiros". Pero para ello, continuó, son necesarios los embalses para abastecer la maquinaria agrícola de agua.
Otro de los puntos tratados en la reunión, y que los ganaderos piden a la Xunta, es que se hagan sábanas lo suficientemente grandes en el monte como para frenar un incendio y para que puedan circular las máquinas y los animales.
Por último, Unións Agrarias pidió que se ponga en marcha el Banco de Terras. "Ten unha boa oportunidade para poñerse a funcionar, xa que non está funcionando", aseguró Santalla.
