La conexión de los teléfonos móviles, clave en la investigación de Arbo

Las antenas repetidoras de telefonía sitúan al acusado de haber matado a tiros a su exnovia y a la pareja de esta en la localidad pontevedresa
El acusado del doble crimen de Arbo
photo_camera El acusado del doble crimen de Arbo

La Guardia Civil asegura que las antenas repetidoras de telefonía sitúan a Arturo Domínguez, el acusado de haber matado a tiros a su exnovia y a la pareja de ésta en Arbo en julio de 2015, en esta localidad pontevedresa y no en su domicilio de Padrenda (Ourense) como ha asegurado en el juicio. Esta es una de las conclusiones del informe pericial encargado por los investigadores de este doble crimen, a partir de los datos aportados por las compañías telefónicas de los móviles del acusado y de las dos víctimas, Beatriz Rodríguez y Sergio Rodríguez.

Arturo Domínguez "miente", según los peritos que han declarado en la cuarta jornada del juicio con jurado que se celebra contra él en la Audiencia de Pontevedra, cuando asegura que entre las dos y las seis de la madrugada de la noche del crimen estuvo en su casa de forma "ininterrumpida". Su teléfono móvil, ha explicado uno de estos expertos, se activó en varias antenas repetidoras de Arbo, entre ellas una muy próxima al lugar en donde aparecieron los cadáveres.

La Guardia Civil afirma que "sin ninguna duda" el acusado, entre las 2.39 y las 3.12 horas -dentro del horario en el que, según los forenses, mataron a Beatriz y Sergio- "no estaba en su domicilio sino en Arbo". Los teléfonos de Arturo y Beatriz se conectaron, además, a través de un mensaje de WhatsApp, "a la misma hora, minuto y segundo" a la misma antena repetidora, lo que para los investigadores es una prueba de que ambos terminales se encontraban cerca.

Ya a las 5.13 horas, "cuando Beatriz ya estaba muerta", su teléfono se volvió a activar y conectó con una antena cercana a Padrenda, donde vivía el acusado. Su teléfono "no ha sido localizado todavía", por lo que la Guardia Civil asegura que la "única persona" que pudo hacer desaparecer el móvil de la escena del crimen es el autor del mismo.

En todo caso, la Guardia Civil ha aclarado que estas antenas "no marcan una localización exacta" sino la zona en la que se encuentran, pero sería suficiente, según han añadido, para poner en cuestión la coartada del acusado. Sin embargo, un informe encargado por la defensa de Arturo Domínguez, que también fue analizado en la vista oral de este jueves, rebate las conclusiones a las que llegaron los investigadores.

El perito que redactó este estudio asegura que no es posible determinar "categóricamente" dónde está una persona solo por las antenas repetidoras y ha criticado las conclusiones "fehacientes y tajantes" de la Guardia Civil. Un teléfono móvil, ha explicado, se puede conectar a una u otra antena en función de tres parámetros, la saturación de las líneas, la potencia de la señal o la situación de la antena. Así, ha dicho, un repetidor puede activarse en un radio de acción de hasta 17 kilómetros, por lo que no se puede ubicar con exactitud dónde estaba el acusado la noche del crimen.

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