Víctor Pereira: "Entre todos loitaremos ata o final por salvar ás tres eguas"

"Si no fuera por los vecinos, lo hubiésemos perdido todo", dice María, de O Pan de San Antonio. Los afectados luchan por recuperar la normalidad
Violeta, la yegua que se quedó ciega tras el incendio
photo_camera Violeta, la yegua que se quedó ciega tras el incendio

Mientras el humo empieza a dejar sitio a la luz en Ponte Caldelas, el susto por el incendio da paso a la acción de empresas y particulares para cerrar este capítulo lo antes posible.

Las estampas de empresas que están tratando de reponerse de los daños se suceden. Una de ellas es O Pan de San Antonio. Solo una furgoneta quemada, una pira de leña que ya no existe o un puesto de feria desaparecido serían la imagen de los daños de esta firma, pero María, Miguel y Francisco, los tres socios de esta panadería, tienen un relato que da auténtica luz a su historia. "No estaríamos aquí si no fuera por la intervención divina y por la de nuestros vecinos", dice María.

Los tres hermanos evacuaron a su padre enfermo y se dispusieron a luchar contra las llamas que llegaban endiabladas. "Nos ardió una furgoneta de reparto, un puesto de la feria y los papeles del mismo, pero queríamos comprar pan e ir a repartirlo, hasta que empezamos a darnos cuenta de la realidad y nos vinimos abajo. Pedimos perdón en nuestro Facebook y los clientes lo entendieron. Llevamos el pan a muchas parroquias de Caldelas, Soutomaior y A Lama y decenas de personas nos llamaron, no para quejarse, sino para darnos ánimos", dice María.

En Parada no son los únicos, a su vecino José Ángel Soares Diz le pasa algo parecido. Perdió sus gallinas, un coche, un tractor, un montón de maquinaria y hasta tiene daños en su casa. Su situación, insisten fuentes locales, es una de las peores de todo el Concello.


"LOITAREMOS". Otra historia de esperanza la viven en Hípica Amazonas. Víctor Pereira, responsable de este negocio, vio cómo se escapaban tres de sus yeguas cuando el fuego azotaba la instalación. "Aínda que quixera, non podería ir a por elas. Ardía todo arredor", dijo.

El lunes a mediodía, tras una batida liderada por sus empleados y amigos, las encontró "vivas, xuntas e tan apretadas que parecía que só había dúas". Estaban a cinco kilómetros, en Barbudo, pegadas a un pozo de agua.

El cuento, de momento, no tiene un final feliz. Están muy dañadas. Violeta, la yegua PRE (Pura Raza Española) está ciega y tiene serias quemaduras. Dulcinea, la otra yegua de raza española (PRE), y Nala, una cruzada, sufren menos daños. Su situación es grave, "pero entre todos loitaremos ata o final por salvalas".

Y cuando dice "loitaremos" se refiere a él mismo, a la familia y a decenas de voluntarios, niños y mayores, que están acudiendo a hacer las curas –cada media hora– a los equinos. "Hai nenos, enfermeiras, ata unha médico. Un ciruxán veterinario ofreceuse a tratalas gratis", cuenta Víctor, profundamente agradecido. Su nieto pequeño es uno de los que ayudan a hacer las curas, con material comprado y donado por los amantes de los animales.

CUENTA SOLIDARIA. La solidaridad también invade a la familia que se quedó sin casa. Harry Price explicó el miércoles que, además de ropa y enseres, entrarán en la convocatoria para recaudar fondos puesta en marcha por el Concello, con la apertura de una cuenta.

"Hai que aclarar que nós abrimos outra conta e que a están difundindo polas redes pero esa é para amigos que nos queren facer ingresos e non pertencen a Ponte Caldelas. Por exemplo, os que nos coñecen do cole de Ponte Sampaio, onde estudan os nosos nenos. É un asunto delicado e non queremos xerar confusión. O máis importante sería donar para a conta municipal".

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