Viaje a la génesis del deporte de Pontevedra

Leoncio Feijóo relata historias de cuando las damas protegían el tono blanquecino de su piel contra los intentos perversos del sol, Vigo y Pontevedra tenían la misma población y la práctica del deporte era casi un tabú. El escritor pontevedrés presentó este miércoles Los albores del fútbol pontevedrés, una publicación "que le faltaba a la ciudad", en palabras de Xabier Fortes, que acompañó al autor en el acto de bienvenida al libro.

Feijóo describe los años que transcurren entre 1905 y 1918, la prehistoria del balompié de la ciudad del Lérez, siguiendo el hilo conductor de la breve historia del primer club de la capital de provincia, el Pontevedra Sporting Club, fundado medio año después de la celebración del primer encuentro de un equipo de la ciudad. En verano de 1905, bajo la denominación de Pontevedra Fútbol Club, un grupo de jóvenes, en su mayor parte de clase acomodada, se midió al Vigo Fútbol Club en la ciudad olívica, donde el deporte ya estaba consolidado gracias a la constante presencia de visitantes británicos de la Compañía Inglesa del Cable.

La corta derrota (2-0) alimentó la motivación de los pontevedreses, que en enero del año siguiente constituyeron el Sporting y despertaron las inquietudes y las habladurías de la capital. La villa, ignorante de cuál era el atuendo más adecuado para el ejercicio del deporte, "se escandalizó al ver cómo unos chicos de pantalón corto atravesaban el puente para ir a entrenar a A Xunqueira", relató durante la presentación Feijóo. Aquella situación, inusual, casi pornográfica, provocó una revolución, pero la sociedad tuvo que adaptarse paulatinamente a la nueva actividad.

"La gente aprendió a abuchear a los árbitros y al equipo rival. Pronto se aprendieron los tics del fútbol". La prensa escrita empezó a recoger las crónicas de los partidos, amparada en colaboraciones privadas de sus lectores.

Una figura fundamental, desvela el escritor, fue la de César García Solís, persona de una gran vocación cosmopolita que importó de Inglaterra la nueva disciplina tras varios viajes a las islas británicas.

Pronto llegaron las primeras grandes victorias: en 1907, contra pronóstico, el Pontevedra Sporting Club batió al Fortuna de Vigo en la final de la Copa Compostelana, con un gol al contraataque, en el descuento, después de un penalti errado por los olívicos. Entre los jugadores destacados de aquel bloque se encontraban Edmundo Novoa (padre del pintor Leopoldo Novoa), autor del primer tanto de la historia del fútbol pontevedrés, y Cipriano Parada. Ambos fueron figuras imprescindibles del deporte local. Atravesaron fronteras y "en 1908 fueron requeridos por el Madrid para disputar el Campeonato de España". Se proclamarían campeones.

Al año siguiente, los dos repitieron experiencia en el primer partido internacional con participación española, disputado entre los combinados del Norte de España y el Sur de Francia, en Toulousse, bajo la organización del Real Unión de Irún.

Otro de los hitos de los que se hace eco con especial emoción el autor es la creación en Buenos Aires de un club formado por jugadores pontevedreses emigrados. El conjunto, con el mismo nombre que el que despuntaba en Galicia, se impuso en 1910 al River Plate por 2-0.

Leoncio Feijóo también se detiene en las figuras de Luis Otero, Pasarín y Ramón Encinas como algunos de los futbolistas más destacados de los primeros años del balompié pontevedrés, desarrollados en un campo de fútbol ubicado en A Xunqueira.

FUSIÓN TRAS LA GUERRA. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, en 1918, ante la evolución de los acontecimientos y la creciente ansia competitiva de los equipos, los responsables de las entidades locales "deciden poner fin a la atomización del fútbol y buscar fuerza en la unidad" y fundan el Pontevedra Athletic Club, fusión del Sporting y del Deportivo Fútbol Club Pontevedra.

En la época destacan, a juicio del autor, las sagas familiares que practicaban el balompié: los Tapia, los Vázquez Lescaille, los Aboal o los Quiroga.

Anécdotas, datos, historias y fotografías de la época sirven al autor para llevar a cabo su narración y desvelar la relación del deporte y la sociedad en el comienzo del siglo XX.

La obra fue presentada en la noche del miércoles en el Liceo Casino de Pontevedra, ante medio centenar de aficionados a la literatura que pudieron hacerse con la publicación, a disposición de los amantes del deporte, la historia y la vida de la ciudad en sus librerías.