Un incendio nocturno calcina cerca de 300 hectáreas en Saiar

"Quedou todo arrasado", lamenta el presidente de los comuneros ►Las llamas, que también afectaron a Catoira, obligaron a cortar la carretera durante nueve horas
Restos del fuego en la mañana de este lunes en Catoira
photo_camera Restos del fuego en la mañana de este lunes en Catoira

"Un desastre total. Ardeu todo", lamenta José Suárez, presidente de la Comunidade de Montes de Saiar. Esta parroquia caldense, una de las más afectadas tradicionalmente por los incendios forestales, no se libró de la ola de fuego que azotó Galicia en la jornada del pasado domingo. Pero en este caso la dramática situación se acrecentó por la hora a la que se declararon las llamas, justo después de caer la noche, lo que impidió la actuación de los medios de extinción aéreos. El fuego calcinó unas 300 hectáreas a falta de la medición oficial exacta.

Suárez, con un tractor, fue de los primeros en llegar al lugar de los hechos, sobre las ocho y media de la tarde, junto al portavoz del Gobierno local, Manuel González. Poco después se descubrió que el incendio tenía un segundo foco cerca de los aerogeneradores.

El viento, cada vez más intenso, contribuyó a agravar la situación, y poco después las llamas de extendieron con rapidez atravesando la ladera del Monte Xiabre hacia Catoira y Paradela (Bemil).

"O 95 por cento do que ardeu foron plantacións de piñeiro; se nolo deixan vender rápido aínda valerá para os serradoiros"

RELATO. A primera hora de la madrugada se aproximó a la parroquia de Coaxe, en el municipio catoirense, donde varios vecinos tuvieron que abandonar provisionalmente sus viviendas mientras la situación de peligro no pasó.

"Queimouse máis do dobre que o ano pasado", apuntó este lunes el presidente de los comuneros de Saiar. "Perdemos case todo, porque o monte que queda, xa cara as pedras de arriba, é improdutivo".

Las llamas calcinaron el 95% de las plantaciones de pino, casi todas de unos 20 años de antigüedad. Y lo hicieron pese a que las limpiezas y desbroces estaban a la orden del día, "que aínda acabamos de limpar a semana pasada sete hectáreas grazas a unha subvención". De hecho, apunta, "a pesar de que está todo moi ben coidado, os propios axentes din que con este vento era imposible controlar o lume".

"Pero ao ser desas horas e sen medios aéreos non había nada que facer", lamenta resignado. "Viñeron unhas cantas motobombas e cuadrillas, pero non puideron entrar. O único que podían era estar no perímetro para evitar que o lume chegara ás casas".

"O lume apagouse grazas á chuvia; o vento viña de sur e as lapas subiron pola ladeira arriba. Foi claramente intencionado"

Gracias a esta importante labor, ninguna edificación corrió peligro. Tampoco lo hizo la planta de aglomerado que la empresa Covsa tiene al pie de la EP-8001, aunque las llamas no anduvieron lejos. Sus responsables declinaron hacer declaraciones al respecto.

El operativo estuvo formado por las agrupaciones de Protección Civil de Caldas, Cuntis, Valga, Vilagarcía y Portas, según explicó un voluntario de la capital del Umia. A ellas se sumaron dos motobombas, un agente forestal y un técnico, además de la Policía Local de Caldas, que llegó en primer término. Recibieron el aviso sobre las ocho de la tarde e iniciaron un operativo que concluyó a las seis y cuarto de la madrugada.

"Foi bastante complicado", explica Protección Civil de Caldas. "Facía moitísimo aire, todo estaba seco... Deunos a vida que empezou a chover sobre as catro da madrugada, senón aínda estariamos agora apagándoo", explicaba el lunes a mediodía.

CARRETERA CORTADA. Una de las consecuencias más destacadas de este fuego fue el corte de la carretera EP-8001, ocho kilómetros que comunican Carracedo y Catoira, entre las diez de la noche y las siete de la mañana, cuando Tráfico comprobó que la circulación no entrañaba riesgo.

"Apagouse coa chuvia", coincide Suárez, quien se muestra convencido de que el incendio "foi intencionado". Así, lamenta que "nos fomos librando todo o verán e agora, en apenas sete horas, aló foi todo o traballo".

De momento es temprano para valorar las pérdidas económicas, pero la única esperanza reside en que "poidamos sacar rapidamente os piñeiros", una tarea que dependerá de los permisos de la Xunta. "En dous ou tres meses non valerá, pero en cuestión dunha semana sería como se non ardera. Vale para mandar ao serradoiro", explica el presidente de los comuneros. En última instancia todavía podría aprovecharse para la elaboración de biomasa.

Vista del incendio del Monte Xiabre desde Carracedo | CEDIDA

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