"O lume apagámolo nós; só veu un coche de Bombeiros e tarde"

El fuego devora el valle del Miño en un domingo negro para As Neves y Salvaterra. Numerosos vecinos fueron evacuados de sus casas y ardieron fábricas y domicilios
Imágenes de una vecina en Tortoreos, antes de llegar al centro de As Neves
photo_camera Imágenes de una vecina en Tortoreos, antes de llegar al centro de As Neves

Ni un cubo le quedó a Pilar para poder enfrentarse al fuego que la amenazaba la tarde de este domingo a solo unos metros de su casa. Con sus propias manos, esta vecina de As Neves trató de frenar las llamas que amenazaban su hogar. La casa se salvó, pero un almacén contiguo ardió con todo lo que tenía dentro. "Ardéronme ata os caldeiros, non temos nin con que apagar o lume", se lamentaba este domingo. A su lado, su madre descansaba en una silla, con una mascarilla y el gesto de quien vive una pesadilla.

El fuego lo arrasó este domingo todo en As Neves: casas, fábricas, fincas. La rachas de viento no ayudaron y las quejas por la ausencia de los servicios de extinción y la mala coordinación eran una constante. "Onde están os que teñen que vir apagar isto? Ardeu todo e por aquí non apareceu ninguén", se quejaba Pilar cuando todavía no había conseguido apagar el fuego.

La familia de Pilar no pudo evitar que algunas de sus pertenencias quedasen reducidas a cenizas. Varios congeladores llenos de comida, utensilios de trabajo en el campo y una casa que utilizaban como almacén fueron consumidos por las llamas en cuestión de minutos. "Como pode desaparecer todo tan rápido? O lume levouno todo nun minuto", gritaba entre lágrimas. "Onde están os que teñen que ver por nós?", se preguntaba.

Unos metros más allá de su casa, el dueño de un almacén de madera todavía esperaba a que el fuego se calmase antes de volver a casa. "Aquí o lume apagámolo nós, eu só vin un coche de bombeiros e chegou tarde", explica el propietario del almacén María Pazó, en la parroquia de Tortoreos, una de las más afectadas por el incendio.

El fuego arrasó la práctica totalidad del Concello en una jornada negra sin precedentes. Así, aunque el propietario de María Pazó consiguió salvar su nave, una fábrica de madera situada a unos dos kilómetros de allí sí fue arrasada por el fuego. "Na gasolineira está ardendo moitísimo e hai risco de que chegue o lume", alertaba otro vecino que corría carretera arribe entre el humo.

El panorama era desolador. Entre una nube de humo intransitable se cruzaban vecinos corriendo de un lado a otro con la esperanza de salvar sus casas, atentos a la dirección del viento y pendientes de la dirección que tomaba el fuego. Otra vecina del lugar de O Rabelo, también en la parroquia de As Neves, descansaba mientras el fuego daba una tregua a las casas de su barrio. "Isto foi un desastre, non pensei que algo así puidera pasar sen que viñese ninguén a axudarnos. Foi como nas películas", denunciaba.

La EP-4006, que une Ponteareas con As Neves estuvo desde la tarde de este domingo cortada y a última hora continuaba sin permitirse la circulación. En los arcenes, imágenes de personas desesperadas que intentaban acceder a sus domicilios para recoger pertenencias o para intentar contactar con algún familiar. Quienes esperaban paraban a los coches que salían del centro de la localidad para preguntar por el estado de sus casas. "Pasastes por Tortoreos? Vistes como estaba unha casa que fai esquina ao lado do instituto?", preguntaba una mujer desesperada porque no conseguía hablar con su padre.

Aunque a última hora de este domingo no se había podido hacer balance de los daños y el incendio todavía continuaba activo, a simple vista se podían ver numerosas casas calcinadas, así como hórreos, naves y almacenes de uso agrícola. Las llamas rodearon también el CEIP Marquesa do Pazo. A medida que iba avanzando la tarde, el fuego se desplazó también hasta el Concello limítrofe de Salvaterra, afectando a parroquias como Meder o Leirado. De este modo, la autovía A52 tuvo que ser cortada al tráfico, lo que ocasionó grandes retenciones.

Del mismo modo, todo el Concello estuvo sin suministro eléctrico y las cafeterías (que acogían a muchas de las personas evacuadas) no podían mantener las neveras ni las cafeteras encendidas. El caos se instaló este domingo en el valle del Miño a su paso por As Neves y Salvaterra y a última hora del día los presagios para la noche que se venía encima no eran nada buenos.

Comentarios