Urbanismo activa la suspensión de licencias en los suelos urbanizables

La medida, aprobada en el último Pleno ordinario, deberá llevarse a cabo en el plazo máximo de un año
Vista aérea de un SU situado en A Granxa (Dorrón)
photo_camera Vista aérea de un SU situado en A Granxa (Dorrón)

Tras su aprobación en el último Pleno ordinario, la Concellería de Urbanismo se ha puesto manos a la obra para ejecutar la suspensión de las licencias en buena parte de los 30 Suelos Urbanizables (SU) que figuran en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

El departamento dirigido por María Deza es consciente de que dispone de un año para que la actuación sea una realidad. Cabe recordar que la extensión total de los SU alcanza las 257 hectáreas, el 5,5% del total del término municipal. De todas ellas, 28 se reservarán para zonas verdes y 13 para acoger equipamientos públicos.

Estas superficies suman una edificabilidad máxima de 130 hectáreas, en las que se podrían construir 6.914 viviendas. Hasta 85 hectáreas corresponden a uso residencial y 45 son para desarrollo industrial, como es el caso del polígono de Nantes, ubicado en el SU número 15. El 10% de la edificabilidad total, es decir, 13 hectáreas en las que se podrían hacer un máximo de 691 viviendas, son de cesión obligatoria al Concello. Todas estas cesiones de zonas verdes, equipamientos públicos y edificabilidad para el Concello son lo que realmente diferencia el PXOM de 2003 de las Normas Subsidiarias aprobadas en 1990, que no contemplaban la obligación de los promotores de ceder una parte significativa del suelo a desarrollar para uso público. Si hubiera sido así, «los núcleos urbanos de Sanxenxo tendrían viales más anchos, más espacio para aparcamiento, para zonas verdes y equipamientos públicos», explica el Gobierno municipal, que tiene claro que el objetivo principal de la suspensión es «adaptar la ordenación y planificación de estos suelos a la abundante legislación aprobada con posterioridad al PXOM de Sanxenxo y también a las necesidades actuales de vivienda. La legislación, los ciudadanos e, incluso, los propietarios de los suelos demandan menos cantidad de vivienda y más calidad. Por tanto, si el PXOM ya supuso un salto de calidad urbanística en relación a las normas urbanísticas de 1990, la nueva ordenación de estos suelos también lo supondrá con respecto al planeamiento», razonan los dirigentes.

PLIEGO. A día de hoy, los técnicos de Urbanismo centran su labor en la redacción del pliego de prescripciones técnicas para la redacción de esta modificación. El trabajo a realizar se dividirá en dos fases. La primera de ellas consistirá en el análisis y diagnóstico de la situación actual de los suelos urbanizables, de las infraestructuras y de la conectividad del Concello. Esto servirá de base para establecer los objetivos, finalidad, determinaciones y alcance de la modificación.

La segunda fase incluirá la evaluación ambiental.

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