Suspendido un juicio por tentativa de homicidio en Valga al faltar un testigo

La fiscal considera una pieza fundamental en el caso a este hombre, que no compareció tras sufrir un episodio de ansiedad

La incomparecencia del testigo "clave" por "ansiedad" ha obligado al tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra a suspender la continuación de un juicio por homicidio en grado de tentativa.

La vista oral está pendiente de la comparecencia de este hombre al que la fiscal considera pieza fundamental en su acusación contra Alfonso C.B. por acuchillar a su expareja en Valga en octubre de 2015. La representante del Ministerio Público pedía inicialmente nueve años y medio de prisión.

El juicio se inició el pasado jueves 28 de septiembre pero se suspendió ante la ausencia de este testigo quedando señalado para este martes. Sin embargo, el testigo presentó un parte médico en el que alegaba una "crisis de ansiedad" que le impedía acudir ante los magistradas pontevedreses.

Por ello, el tribunal decidió que sea un médico forense el que acredite este impedimento. Una vez que emita su informe el tribunal decidirá al respecto.

En la primera sesión del juicio el acusado negó haber intentado matar a la mujer y llegó a asegurar ante el tribunal que "si quisiera matarla, ella no estaría aquí", pero reconoció haber apuñalado a su compañera en una docena de ocasiones, porque estaba "enfadado". "No me hacía de comer ni nada", ha afirmado. "Me puse de los nervios", ha dicho, porque no había tomado las pastillas que tiene recetadas.

Según los forenses, el acusado padece un retraso mental moderado y un trastorno hipocondríaco que afecta "moderadamente" a su capacidad volitiva. 

Por su parte, la víctima había explicado que aquel día el acusado se abalanzó sobre ella de madrugada cuando estaba durmiendo en cama y, tras agarrarla del cuello, le "empezó a clavar el cuchillo" en la zona de la cadera.

La mujer logró escapar y salir de casa para pedir ayuda y, durante la persecución, el hombre la amenazó y le golpeó la cabeza contra un muro mientras le decía "qué mala eres de matar". Al final, la víctima logró refugiarse en casa de un vecino, en donde se desmayó.

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