Avalan fundar un patronato en defensa del carballo de Santa Margarida

El Gobierno local recoge el guante que arroja la Comunidade de Montes de Mourente con motivo de la candidatura del ejemplar arbóreo al concurso Árbol Español del Año
Carballo centenario de Santa Margarida
photo_camera Carballo centenario de Santa Margarida

El Concello está dispuesto a avalar la formación de un patronato en defensa del carballo de Santa Margarida, un árbol centenario que se encuentra en la UCI y recibiendo una cura de emergencia por parte de la Estación Fitopatolóxica do Areeiro.

La Administración local, a través de su portavoz, Raimundo González, anunció este lunes que apoyaría la propuesta de la Comunidade de Montes de Mourente para la creación de un organismo para "coidar e poñer en valor" el emblemático carballo. También manifestó que apoyaría cualquier otro tipo de medida para la protección del ejemplar arbóreo.

De esta forma, el Gobierno local hace suyo el objetivo con el que los comuneros presentaron el pasado mes de septiembre la candidatura del carballo de Santa Margarida al concurso Árbol Español del Año: "Como medio para dar a coñecer a situación da árbore e chamar a atención do Bispado e das administracións públicas para a súa proposta de creación dun padroado para o seu coidado e posta en valor", explica el presidente del colectivo parroquial de Mourente, Carlos Morgade.

El carballo de Santa Margarida compite contra otros siete ejemplares candidatos por ser el representante español en el concurso Árbol Europeo del Año, un certamen que busca destacar interesantes árboles como un importante patrimonio natural y cultural que apreciar y proteger.

Bosques Sin Fronteras, la entidad encargada de seleccionar al representante español, destaca que el carballo de Santa Margarida es el árbol "más famoso de Galicia" y lo cataloga como un símbolo cultural, natural, etnográfico, histórico y artístico. Añade que este ejemplar, de quince metros de altura y 500 años de antigüedad, ha sido "testigo vivo" de la historia y de las tradiciones gallegas, al mismo tiempo que puntualiza que "eso no ha conllevado la debida protección del árbol y de su entorno".

Además, Bosques Sin Fronteras recuerda que la Iglesia, propietaria del terreno, y las administraciones públicas "han hecho muy poco y el árbol aumenta su desequilibrio peligrosamente".

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