El Govern asegura que el 96% de las mesas están operativas

Casi 850 heridos en las cargas policiales durante la insólita votación del 1-O

Cataluña votó a pesar del despliegue policial, que se tradujo en unos pocos colegios cerrados y 844 personas atendidas ► Casi 40 agentes resultaron heridos y se produjeron seis detenciones ►El Govern prevé un recuento "largo" que está rodeado de dudas por la falta de garantías

Cataluña vivió una jornada convulsa marcada por las cargas ante los colegios electorales del 1-O a raíz del despliegue de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Muchos de estos centros han cerrado incluso antes de tiempo para iniciar el recuento y evitar que las fuerzas del orden se llevasen las urnas. La consulta está rodeada de dudas: desde el Gobierno no dudan en indicar, directamente, que el referéndum no se ha producido, mientras que desde la Generalitat sostienen que se ha podido votar en muchos de los colegios habilitados, aunque "no con normalidad", como reconoció el conseller de Presidencia. En total se han cerrado 319 colegios -de un total de 2.315- por una actuación policial que, a de Jordi Turull, sitúa a España como "la vergüenza de Europa".

El recuento, según el Govern, se espera que sea "largo". El bloqueo del sistema informático de la consulta provocó que la Generalitat permitiese que los ciudadanos votasen en cualquier centro, en base a un censo electoral que, para darle un mínimo barniz de legalidad, obliga a apuntar los datos de los votantes a mano en muchos de los colegios. Hubo muchas denuncias de que algunas personas votaron dos veces.

DESPLIEGUE. Hasta los centros electorales, y dada la "pasividad" de los Mossos, se desplegaron agentes la Policía Nacional y la Guardia Civil  para impedir el referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional (TC).

"Sin censo, con papeletas de casa, sin sobres y en el colegio que a cada uno le de la gana. Si el 6 y 7 fue un bochorno democrático, lo de hoy es un bochorno electoral", dice el Gobierno


La intervención de la Policía Nacional y la Guardia Civil provocó momentos de tensión con los votantes en varios puntos de Cataluña. Los agentes tuvieron que retirar por la fuerza a decenas de personas para incautar las urnas. En estos enfrentamientos resultaron heridas 844 personas, dos de ellas graves, según la Generalitat.

Uno de los heridos fue atendido en un hospital por el impacto de una pelota de goma en un ojo. En Lleida, un hombre de unos 70 años sufrió una parada cardorrespiratoria durante el desalojo de un colegio electoral.

Además, diez personas han tenido que ser atendidas por irritaciones causadas por gas pimienta con el que agentes de la Guardia Civil han rociado a los manifestantes que intentaban impedir el cierre de un local electoral en la localidad de Aiguaviva (Girona). Y un guardia civil ha resultado herido en la mano al recibir el impacto de una silla lanzada por un manifestante en el interior de un local electoral de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona). En total, el Ministerio del Interior ha elevado a 33 el número de agentes heridos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, 19 policías y 14 guardias civiles.

Otro incidente lo protagonizó un hombre que irrumpió con un cuchillo de pequeñas dimensiones este domingo sobre las 16.15 horas en un colegio electoral de Santa Margarida de Montbui (Barcelona) e hirió de carácter leve a dos personas que estaban dentro.


El balance de los incidentes se completa con seis personas detenidas, una de ellas menor, por delitos de desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad.

CAMBIO EN LA HOJA DE RUTA. Cuarenta y cinco minutos antes del comienzo de la votación, prevista para las 9.00 horas, el conseller de la Presidencia, Jordi Turrull, anunciaba las nuevas instrucciones para participar en la consulta, que permiten a los 5,3 millones de catalanes llamados a las urnas votar en cualquier punto electoral, incluso aunque sea sin sobres y con papeletas impresas en casa.

Poco después de la intervención de Turrul, el Gobierno aseguraba que las fuerzas de seguridad ya habían bloqueado el sistema informático anunciado a primera hora por el citado conseller. El Ejecutivo ha dado por "desbaratado" el referéndum ilegal y ha señalado que lo que se está viviendo en Cataluña es una jornada de "bochorno electoral".


Para el Ejecutivo de Mariano Rajoy, los cambios anunciados por la Generalitat certifican que "han liquidado cualquier vestigio de respetabilidad democrática". "Sin censo, con papeletas de casa, sin sobres y en el colegio que a cada uno le de la gana. Si el 6 y 7 fue un bochorno democrático, lo de hoy es un bochorno electoral", ha señalado.

Frente a las acusaciones de organizaciones sociales como la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium, que han criticado la "violencia del Estado" en el desmantelamiento de las votaciones, el Ministerio del Interior ha defendido la actuación "absolutamente profesional y templada" que están realizando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para impedir el referéndum.

En una rueda de prensa, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha afirmado que el Ejecutivo "se ha visto obligado a hacer lo que no quería hacer".

Una opinión muy diferente ha mostrado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha llamado "cobarde" al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, por "inundar de policía" la capital catalana. En una línea similar y criticando los "empujones a ancianas" se manifestaba también Pablo Iglesias.

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