El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho un nuevo llamamiento a la Generalitat para que desista en sus pretensiones y le ha reclamado "parar" y decir públicamente a los catalanes que no habrá referéndum soberanista el próximo 1 de octubre.
Rajoy ha clausurado en Palma una reunión de presidentes provinciales y secretarios autonómicos del partido en la que ha insistido en este mensaje a las autoridades catalanas que ya ha enviado en los últimos días después de que se haya desmontado la infraestructura y la organización de la consulta por parte del juez y fuerzas de seguridad.
Mantener el empeño de celebrar el referéndum, ha advertido, solo provoca "ridículo" y una "tensión innecesaria en la sociedad", y por eso ha pedido a sus promotores que reconozcan de una vez públicamente que la consulta no va a tener lugar.
"Lo más sensato, lo más razonable y lo más democrático es parar; digan que no hay el referéndum que saben que no va a haber", ha dicho Rajoy a los responsables de la Generalitat, y ha subrayado que "en manos de quienes han puesto en marcha esta dinámica está "la vuelta a la normalidad, a la tranquilidad y a la ley".
Además ha señalado que los organizadores del referéndum saben desde hace mucho tiempo que no va a tener lugar y "aún así se mantienen en sus trece". Por eso les hace "responsables de lo que está sucediendo" en Cataluña en los últimos días.
Rajoy, que ya tras las detenciones de esta semana y las operaciones por las que se requisó material de la consulta insistió en que no se celebraría, hoy ha recordado otro episodio más, la dimisión ayer de los miembros de la Sindicatura electoral para no pagar las multas que les ha impuesto el Tribunal Constitucional.
Y sin una junta electoral, ha señalado, "no puede haber un referéndum". "Podrá haber otra cosa", pero no será una consulta, ha añadido.
Por todo ello ha insistido en apelar al sentido común y ha recalcado que "lo más sensato, lo más razonable y lo más democrático es parar".
Y además de decir públicamente que no va a haber referéndum ha pedido a los responsables del Govern que pongan fin a esta situación para terminar con los "acosos" a alcaldes y concejales o con las manifestaciones para "amedrentar a los jueces".
Al hablar de estas protestas, Rajoy ha señalado además que "no es de recibo que quien preside el Parlamento se manifieste ante la más alta instancia judicial", en alusión a la presencia de la máxima responsable del Parlament, Carme Forcadell, en la concentración para pedir la libertad de los detenidos del 1-O a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Igualmente ha pedido Rajoy que acaben las "coacciones a los medios que no piensan como ellos" o la "manipulación" incluso de "niños" o el "acoso" en general a quienes no quieren incumplir la ley.
Y ha insistido en que la democracia española ampara a todos los ciudadanos, incluidos los independentistas, pero "lo que no ampara es el delito, la desobediencia y el abuso" y esa es "la línea roja que ni España ni ningún país del mundo puede tolerar"
No se ha olvidado Rajoy de enviar mensajes a otras fuerzas políticas, y ante quienes dicen que el Gobierno habla mucho de la ley pero defienden hacer política -en alusión, entre otros, al PSOE-, Rajoy ha señalado que le gusta hacer política pero siempre "dentro de la ley".
"La política y la ley no son incompatibles", ha dicho Rajoy, quien ha insistido en que lo que no puede consentir es que se "burle" o "pisotee" la ley porque si se liquida la ley "se liquidan los derechos de todos los ciudadanos".
También se ha acordado Rajoy de enviar un mensaje de reproche al líder de Podemos, Pablo Iglesias por haber llamado presos políticos a los detenidos por el 1-O, una "tontería" y una "enorme falsedad" dichas por este "brillante" dirigente, ha ironizado.
Rajoy ha hablado por lo demás de otras cuestiones como la economía, para defender mantener las mismas políticas que han traído la recuperación, o la financiación autonómica, para insistir en que debe ser consensuada con el PSOE y pedir a todas los gobiernos autonómicos, incluido el de Baleares, disposición a hablar de este asunto.
