Compostar será obligatorio en todas las casas con una finca o huerto

El Concello inicia el proceso de compra de 8.000 unidades que repartirá en la ciudad y el rural en 2018 ►El presupuesto supera los 842.000 euros
Lores usa un compostero en su casa de Marcón
photo_camera Lores usa un compostero en su casa de Marcón

El Concello dio este lunes un nuevo paso para extender su modelo de reciclaje de la basura orgánica en el municipio. La Xunta de Goberno local aprobó el expediente para licitar la compra de 8.000 composteros individuales, que se repartirán entre todas las viviendas unifamiliares que dispongan de una pequeña finca o huerto. La medida no solo está pensada para el rural pontevedrés, sino también para los propietarios de las casas del ámbito urbano que cumplan este requisito.

El contrato para adquirir estas unidades contará con un presupuesto de 842.160 euros. Esto es, que cada recipiente costará 105,27 euros (Iva incluido).

Además de los módulos para reciclar los restos de comida, los vecinos recibirán un kit para remover estos residuos y facilitar así la producción de compost.

El portavoz municipal, Raimundo González Carballo, informó de que el Concello se hará cargo de distribuir los composteros. Lo hará "parroquia a parroquia e casa por casa". "Levaráselle a cada un dos veciños", añadió.

El Gobierno local dará charlas previas sobre el uso de los composteros, cuya distribución comenzará por Xeve y Verducido

El edil nacionalista confía en que el contrato esté adjudicado a principios de 2018 para, de inmediato, empezar el reparto del material. El despliegue se hará por fases, siendo las parroquias de Santa María y San Andrés de Xeve y Verducido las primeras en recibir los módulos. Los residentes en Tomeza, Ponte Sampaio y Lourizán podrían ser los siguientes en contar con los composteros individuales.

Con anterioridad al reparto de estas unidades, el Gobierno local llevará a cabo una serie de charlas informativas previas, para lo cual ha iniciado ya contactos con asociaciones vecinales y de otra índole. El objetivo de estos encuentros es explicar a los futuros usuarios cómo se utiliza un compostero y qué tipo de residuos se deberán reciclar en él.

En estos recipientes deberán depositarse todos los restos de comida, desde frutas y verduras a carne, pescado (estén crudo o cocinado), cáscaras de huevo, pan, pasta o posos de café. El papel de cocina o las servilletas de este material (sin tintes ni color) o los restos de jardín o podas también se podrán que echar en los composteros. El resultado final de este proceso, que puede durar hasta tres meses y que dependerá del grado de fermentación de los materiales, será su transformación en abono natural que podrá reutilizarse como fertilizante en fincas o huertos.

GRADUAL. González Carballo anunció que la empresa que se encargue del suministro de estos composteros tendrá un plazo máximo de dos años para aportar las unidades, que le serán requeridas de forma gradual, coincidiendo con su distribución entre la ciudad y las parroquias.

Este contrato se tramita en paralelo a la adquisición de los composteros comunitarios que el Concello instalará en Monte Porreiro y Campolongo. En este caso, los recipientes serán más grandes para poder recoger los biorresiduos de las más de 8.000 personas que viven en ambos barrios.

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