Un recorrido por las playas de la Galicia nudista

Entre los numerosos arenales gallegos podemos encontrar algunos realmente paradisíacos reservados exclusivamente a la práctica del nudismo
La playa nudista de Bascuas
photo_camera La playa nudista de Bascuas

La llegada del verano es el momento más esperado para los amantes de la playa. Es la estación favorita de aquellos que, en cuanto se puede ver un rayo de sol, ya están sacando la toalla y el bañador del armario. Esas personas que adoran ir a ponerse morenos y bañarse en el agua del mar tienen en Galicia una larguísima lista de lugares a los que ir y disfrutar del sol y la arena que tanto se busca en la temporada estival.

A pesar de esto, existe una sección dentro de este grupo cuyas opciones se reducen drásticamente: los nudistas. Aquellos que optan por las playas naturalistas tienen que seleccionar más cuidadosamente sus destinos, aunque, de joyas a lo largo de la toda la geografía gallega de las que las personas que prefieren dejarse la ropa de baño en casa pueden disfrutar. A excepción de Ourense, situada en el interior, cada una de nuestras provincias cuenta con excelentes arenales nudistas que no dejarán a nadie indiferente este verano y, de hecho, muchos de ellos son envidiados por aquellos que acuden a playas corrientes.

PONTEVEDRA. Con más de una decena de playas naturalistas, Pontevedra esconde pequeños rincones que se deben destacar y visitar.

Entre las incontables playas de Cangas del Morrazo, la única etiquetada como nudista es la de Barra, un verdadero paraíso de arena blanca y rodeado de vegetación que se ha convertido en un referente en la provincia en materia de nudismo. Aunque el viento suele pasar por allí, no resulta molesto y el ambiente general es agradable, con oleaje moderado y agua templada. Debido a su gran calidad, la ocupación suele ser máxima en los fines de semana.

Por otro lado, en la zona de O Salnés, podemos destacar la playa de Bascuas como una de las mejores de Galicia, con una arena fina y rocas a ambos lados. Se encuentra rodeada de acantilados, todos ellos cubiertos de vegetación, que conforman un paisaje atlántico increíble. La comida tampoco es un problema, ya que, prácticamente a pie de playa, cuenta con un chiringuito para los bañistas con una comida excelente para volver a la toalla cuanto antes y no tener que desplazarse más lejos.

El tercer arenal a tener en cuenta en Pontevedra es el de Abelleira, en San Vicente do Mar, pequeño, pero muy resguardado. Se encuentra lejos de la población, separado por bosques y grandes bloques de piedras, que lo rodean. Sin duda, tiene un encanto especial que atrae a los bañistas todos los veranos.

A CORUÑA. Entre las playas de la provincia coruñesa, es obligatorio mencionar varias en la zona de las Rías Baixas que son de visita obligada para aquellos que practiquen el nudismo.

Limitando con el Parque Natural de Corrubedo, se encuentra la playa de Vilar, un arenal que, junto con otros cuatro, se extiende hasta más de cuatro kilómetros. Una de sus partes está destinada a la práctica nudista, mientras que en otras zonas, con gran aglomeración, sí se lleva ropa de baño. La playa se limpia a diario, por lo que la arena, blanca y fina, siempre está en buenas condiciones. Además, está rodeada de toda la vegetación del parque.

A 15 minutos de esta, la playa de Espiñeirido es otro destino excelente para el naturalismo. Este arenal cuenta con 1.300 metros de arena dorada, situado en un lugar tranquilo, alejado de la población, de baja ocupación y con fuertes oleajes. Esto convierte a esta playa en un lugar al que ir a relajarse y disfrutar del sol.

No muy lejos de Vilar y Espiñeirido, en Porto do Son, cabe destacar la playa nudista de Baroña o Area Longa, que cuenta con poco más de 500 metros de arena blanca y dorada. El oleaje es moderado y la ocupación no suele ser alta, por lo que este arenal no deja de ser un lugar perfecto para practicar el naturalismo. El entorno, con acantilados cubiertos de vegetación y bosques, no hace más que mejorar la experiencia del bañista, pudiendo tumbarse al sol y contemplar un paisaje increíble.

LUGO. A pesar de ser, entre estas tres, la provincia con menos kilómetros de costa, Lugo cuenta con playas que son verdaderos tesoros y, además, destinadas al nudismo.

La primera parada es Viveiro, donde, a la altura de punta de Pardiñas, se encuentra la playa de Portonovo, de arena gruesa y escasos 200 metros de longitud. Los montes, rocas y vegetación que la rodean la abrigan del viento, por lo que el oleaje suele ser moderado. Se encuentra lejos de la ciudad, así que la tranquilidad es máxima y el entorno, inmejorable.

Casi en el punto más al norte de Galicia, se encuentra el municipio de O Vicedo, donde está una de las playas naturalistas con más encanto de Lugo: O Caolín. Se trata de un pequeño arenal con aguas cristalinas que recuerdan al Caribe, rodeado por rocas y bosques que lo aislan por completo y lo convierten en un paraje sin comparación.

En Burela podemos encontrar otra de las joyas escondidas en la provincia de Lugo. La Cala de los Alemanes está formada por pequeños espacios de arena, separados por rocas. Cuenta con muy buena fama entre los amantes del nudismo, ya que es un lugar muy natural, donde disfrutar de la naturaleza y, al mismo tiempo, tomar el sol y darse un baño. Además, su ocupación suele ser mínima, por lo que se trata de un lugar tranquilo donde relajarse.

ISLAS. Una vez mencionadas las diferentes playas naturalistas de Pontevedra, A Coruña y Lugo, no podemos olvidarnos de las ajenas a la península y que se encuentran en las Illas Cíes y Ons. El propio entorno de ambas islas es absolutamente paradisíaco, por lo que el visitante puede hacerse una idea de la increíble calidad de sus playas. A pesar de esto, para los bañistas que quieran practicar nudismo, existen dos arenales inmejorables para ello.

En las Illas Cíes, concretamente en la parte este de la Illa de Monteagudo, se encuentra la playa das Figueiras, cuya ocupación durante el verano suele ser media. Uno de sus caminos repletos de vegetación nos llevan a un arenal con unas vistas en las que el mar nunca acaba y una arena fina y blanca que recuerda en todo momento al bañista que está en un verdadero paraíso.

Por su parte, en la zona norte de la Illa de Ons, justo antes de punta do Galiñeiro, la playa de Melide se extiende a lo largo de algo más de 300 metros, limitando con un entorno repleto de árboles que caracteriza a la isla. Sus aguas son muy tranquilas y está completamente abrigada del viento. Este arenal no sólo está destinado a la práctica naturalista, sino que los visitantes de esta playa suelen quedarse a dormir en un camping cercano, lo cual favorece enormemente la experiencia.

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