Preocupación por la sequía: no hay agua ni para apagar incendios

La conselleira alerta de la problemática mientras en la comarca Barro suspende el abastecimiento y demanda agua a Pontevedra ►Marín surte de forma externa al depósito de Cadrelo ►Lalín forma un gabinete de crisis
La rotura de una tubería interrumpió el suministro de agua a los vecinos de Rosalía de Castro este jueves
photo_camera La rotura de una tubería interrumpió el suministro de agua a los vecinos de Rosalía de Castro este jueves

La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, ha informado de que existen "ciertos problemas" con los más de 6.000 puntos de carga del operativo contra el fuego en Galicia, porque "parte de ellos ya no disponen de agua". 

En su visita a Xinzo (Ourense), Ángeles Vázquez ha indicado que la problemática de la sequía dificulta la labor del operativo de extinción, ya que supone que hay que tener "un control exahustivo" en los depósitos, porque "no se pueden dejar los puntos sin agua". 

En esta línea, remarca que lleva "mucho tiempo sin llover", con temperaturas altas y humedad baja. Por ello, pide la colaboración de ciudadanos y ayuntamientos para la prevención. 

Mientras, en la comarca de Pontevedra, la ausencia prolongada de precipitaciones, el crecimiento de la población motivado por la llegada de turistas y la demanda de agua como una de las armas más efectivas para combatir el calor han puesto en jaque algunas de las reservas de agua potable.

Este mismo jueves el responsable de Obras del Concello de Pontevedra, Demetrio Gómez, informó de que el Gobierno local de Barro solicitó ayuda para inyectar agua a su red de suministro. La Administración capitalina atendió la petición de auxilio, autorizando el abastecimiento de cien metros cúbicos al día hasta que el municipio vecino ponga fin a sus problemas.

Cuatro camiones cisterna se encargarán de sustraer el agua de una acometida de la Avenida de Vigo. La cantidad es "perfectamente asumible" para la capacidad de provisión de la red municipal, según subrayó este jueves el edil nacionalista.

Pontevedra suministra agua a los vecinos del municipio, así como a los concellos de Sanxenxo, Marín, Poio y Bueu. El consumo medio se aproxima en verano a los 35.000 metros cúbicos diarios, aunque también hay jornadas en las que se registran picos por encima de los 40.0000.

El volumen que demanda Barro apenas representa un 0,28% de este promedio, razón que también explica que el Concello haya decidido colaborar con el ayuntamiento barrense de forma gratuita.

"Pediron axuda a Pontevedra para ver se lle podemos subministrar auga e por suposto que imos a colaborar (...) O metro cúbico ronda os 19 céntimos, o que implica 20 euros diarios ,un gasto ínfimo que, polo de momento, imos asumir".

Restricciones en Barro

"É unha medida de prevención, non imos quedar sen auga". Así se manifiesta el teniente de alcalde de Barro, José Sanmartín, cuando explica las razones que llevaron al Concello a realizar cortes en el suministro de agua en plena madrugada. Se trata de una medida que afecta aproximadamente a un tercio de la población de la villa, sobre todo a los residentes en el núcleo de San Antoniño y a una veintena de casas situadas en Outeiro. Aunque en un principio se barajó ‘cerrar el grifo’ entre las 1.00 y las 7.00 horas, finalmente a las seis de la mañana se reestableció el servicio. "Sabemos que moitos veciños érguense moi cedo para ir traballar", indica Sanmartín, que apunta que, desde que comenzaron las reestricciones, hace ya varios días, "xa houbo unha recuperación importante".

Maniobras en Marín

En Marín, los problemas con la red de abastecimiento de agua no son una novedad, especialmente en la época estival, en la que las lluvias se reducen al mínimo y la población aumenta por el atractivo turístico con el que cuenta la villa. Por eso, el Gobierno local, dirigido por la alcaldesa popular María Ramallo, realiza una supervisión constante de los depósitos hidráulicos, centrándose especialmente en uno de ellos, el de Cadrelo, el único que todavía depende de las aportaciones de manantiales y minas municipales. Aunque también lo asiste la Escuela Naval, que cuenta con sus propias minas, este depósito sufre cada vez que el caudal está bajo mínimos, por lo que en situaciones de sequía como la que está atravesando en estos días la provincia, es necesario tomar medidas.

Así, desde el lunes, el Concello está realizando aportes de agua a través de camiones cisterna, una medida preventiva que estará en activo durante 24 horas al día hasta que la alerta por sequía se desactive y la previsión meteorológica anuncie precipitaciones. El Gobierno local destaca "lo bien que está funcionando este sistema", ya que se encontraron con el depósito en un nivel muy bajo y consiguieron mediarlo, alcanzado los 750 metros cúbicos de agua almacenada.

El resto de depósitos están en perfecto estado y el abastecimiento de agua está garantizado. De hecho, la decisión de habilitar camiones cisterna para abastecer a Cadrelo evitó que se produjesen cortes en el suministro de este bien en las zonas del rural que se surten del depósito, como Moreira, Sete Espadas, A Brea o Porteliña, entre otros muchos núcleos. Se presume que la situación mejorará, una vez que se ejecute la obra de Acuaes que conectará el depósito de Cadrelo con el nuevo construido en Pardavila.

Preocupación en Deza

La situación en las comarcas de Deza y Tabeirós Terra de Montes es preocupante, y los alcaldes de los municipios coinciden en afirmar que si la situación continúa así, tendrán problemas en el mes de septiembre para abastecer de agua a los vecinos y vecinas. Sobre todo en las parroquias rurales. Así, el alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, explica que cada vaca bebe una media de 70 litros diarios, y esto, si se multiplica por diez o veinte vacas, "é moita a auga que se precisa para mantera aos animais nun día".

El caso más preocupante se da en el Concello de Lalín. Allí, el bombeo de Catasós, en palabras de la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, está "finiquitado". Así, a día de hoy sólo presta servicio el suministro de Botos, que está "baixo mínimos". Por este motivo, el Gobierno local ha decidido constituir un gabinete de crisis y reunirse todos los lunes con la empresa Espina y Delfín para ir viendo cómo está la situación y tomar medidas si fuese necesario. Alonso apuntó que se está valorando la posibilidad, si la situación empeora, de complementar el bombeo de Botos con cisternas traídas desde otro lugar, pero es algo que tratarán más pormenorizadamente cuando sea necesario.

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