El Día del Niño, el más ansiado por las familias

Los feriantes hacen un balance positivo de las fiestas y destacan la gran afluencia de público durante la tarde de este lunes

La ciudad dice adiós, un año más, a sus fiestas grandes. La celebración de A Peregrina deja tras de sí una estela de música, color y diversión que ha puesto el listón muy alto de cara a la edición del próximo año.

La cita a la que no pudieron faltar este lunes los más pequeños es al Día del Niño, una jornada marcada por las rebajas en los precios de las atracciones instaladas a lo largo de la Avenida Montero Ríos y la Avenida Reina Victoria. Desde que los festejos dieron comienzo, el importe a pagar para acceder a estos juegos oscilaba entre los tres y cinco euros. Sin embargo, en la tarde del lunes se situaba entre 1,5 y 2 euros, dependiendo de la localización del puesto.

El buen tiempo acompañó en una jornada pensada exclusivamente para los chavales y prueba de ello fue la gran cantidad de gente que decidió acercarse hasta las atracciones situadas en el corazón pontevedrés. Sin ninguna duda, las preferidas por los niños fueron los toros mecánicos, los coches Scalextric o la noria infantil. Al pie de cada puesto, los padres observaban con atención y expresiones de diversión las peripecias de sus hijos. Por su parte, las atracciones situadas en la Avenida Reina Victoria, pensadas para niños más mayores, tenían un precio de dos euros.

Entre los feriantes se instauró un clima de satisfacción debido a la gran cantidad de público que aprovechó la celebración del Día del Niño. Apuntan que durante las primeras horas de apertura, cuando el calor apretaba más, "había muy poca gente", pero que una vez que el sol dio un respiro a los veraneantes, muchas familias pasaron la tarde entre los juegos aprovechando las reducciones de precio.

TRADICIÓN. La celebración de este día comenzó a finales de los años 90 por iniciativa de los feriantes.

Los más habituales de las Festas da Peregrina propusieron ante el Concello prolongar su estadía un día más a cambio de rebajar los tickets a la mitad. El plan resultó beneficioso para ambas partes. Los empresarios tuvieron unos ingresos extra y los ciudadanos de Pontevedra disfrutaron de los festejos de forma más económica.

Los comerciantes encaran su próximo destino con un buen sabor de boca. "En general, los días de fiesta fueron bien", apuntan. La Boa Vila demuestra, una vez más, que las fiestas de A Peregrina son las más esperadas.

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