Un británico no dejó morir solo a un niño que estaba tendido en el suelo

El hombre, Harry Athwal, vio el atentado terrorista de Barcelona desde un bar

Cuando se creía que las buenas acciones brillaban por su ausencia apareció Harry Athwal, un turista británico de 44 años de edad que en las últimas horas en Reino Unido se ha convertido en el símbolo de valentía, humanidad y ayuda a las víctimas de los atentados terroristas en Cataluña por su actitud con un niño agonizante en Las Ramblas.

Porque cada persona puede aportar un grano de arena en los duros momentos de un atentado. Así lo demostró, como muchas otras personas, este inglés de Birmingham. Athwall estaba en el balcón del primer piso de un restaurante de Las Ramblas en el momento del atropello que segó la vida de al menos 14 personas. Desde la terraza, vio cómo una furgoneta a toda velocidad arrasaba con todo lo que pillaba a su paso, sobre todo vidas humanas. Muchas. Tras pedir a sus acompañantes que no se movieran del lugar en el que estaban, bajó a prestar ayuda.

"Fue instintivo. Miré a ambos lados y había cuerpos esparcidos. A mi derecha estaba el niño, en medio de la calle, y corrí directamente a él", declaró Harry Athwal al periódico británico Mirror.

"Estaba inconsciente, su pierna estaba doblada y le salía sangre de la cabeza. Sabía que era más que sangre", recordó este hombre. "Le tomé el pulso y no tenía. Puse mi mano sobre su espalda y pensé que se había ido. Le acaricié el pelo y me llené de lágrimas, pero me quedé con él. Me senté allí porque no iba a dejar a este niño en medio de la calle", aseguró el británico.

Aunque la policía le reiteró en varias ocasiones que debía moverse ante la posible vuelta de los terroristas, Athwal se negó a dejar solo al pequeño tirado en el suelo. "Se parecía a mi propio hijo. Era de su misma edad, unos siete u ocho años", aseguró.

"Nunca vi su rostro pero me consuela saber que tenía alguien con él", recordó Harry, que tuvo que llamar repetidamente a los servicios de emergencia para que atendiesen al niño. "Había tanto pánico... La gente gritaba y había muchos cuerpos para atender", indicó. Posteriormente se reunió con su hermana y el resto de sus acompañantes, en una farmacia donde esperaron hasta la medianoche, cuando la Policía llegó y les hizo marchar.

Harry Athwal, que regresó a Las Ramblas de Barcelona para unirse al minuto de silencio en memoria de las víctimas, aseguró que se quedarán hasta este lunes. Tal y como habían planeado. "Se lo debemos a Barcelona", añadió.

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