Polémica por la supresión de los conciertos nocturnos en la zona de vinos de Portonovo

Durante varios años, la calle Méndez Núñez, conocida como la zona de vinos de Portonovos, fue un lugar conocido no solo por albergar algunos de los establecimientos de hostelería y ocio nocturno más famosos de la villa marinera, sino también por convertirse, una vez a la semana, en escenario de conciertos de diferentes grupos musicales. Por allí desfilaron, entre otros, Mensaje Siciliano, Dead Wood o Los Potros.

Ahora, todo apunta a que esas actuaciones al aire libre han llegado a su fin. Una denuncia presentada por un vecino ante la Policía Local de Sanxenxo ha obligado al Concello a poner punto y final a esta actividad, un hecho que ha provocado un profundo malestar entre numerosos residentes y visitantes, así como empresarios del sector hostelero. Todos ellos coinciden a la hora de señalar que esta iniciativa ayudaba a dinamizar la actividad en la zona. "Los conciertos musicales le daban mucha vida al centro de Portonovo y, además, servían como promoción para muchos grupos locales", apuntó este jueves uno de los defensores de estas citas.

Precisamente, para la noche de este jueves estaba prevista una nueva actuación que, finalmente, ya no se pudo producir. Este hecho provocó un torrente de críticas en las redes sociales, especialmente en Facebook, donde numerosos usuarios cargaron duramente contra el autor de la denuncia.

ORDENANZA DE RUIDOS. Fuentes municipales aseguraron este jueves a este periódico que, si de la Administración local dependiese, los conciertos continuarían como hasta ahora. Y es que al bipartito tampoco se le escapa que estos shows, que se celebran tanto en verano como en invierno (en este último caso, los fines de semana), atraían a un gran número de personas, lo que ayudaba a que Portonovo recuperase, al menos en parte, la actividad nocturna de otros tiempos de esplendor.

No obstante, en la denuncia se alega que las actuaciones incumplen la ordenanza de ruidos. Se trata de una normativa de reciente aprobación, ya que lleva operativa desde el pasado 9 de marzo.

Aunque su objetivo principal era acabar con las molestias acústicas que se producen en fiestas celebradas en el interior de pisos de alquiler, tampoco permite específicamente los conciertos en plena calle.