Las playas buenenses registraron 440 incidencias durante el primer mes de servicio de socorrismo. Se trata de una cifra bastante baja si se compara con la del año pasado, que fue de 792 en los mismo días.
Los problemas más frecuentes fueron las heridas, tratadas en 147 personas desde el 1 de julio, cuando se puso en marcha el servicio. En cuanto a cifras, el siguiente percance fue el relacionado con las picaduras de avispas (78), de faneca (64), avisos por embarcaciones (26) y por perros (23).
Por otra parte, entre las incidencias más graves destacan cinco lipotimias y tres avisos por niños perdidos.
Concretamente, tres de los cinco avisos por lipotimias se concentraron en el arenal de Lagos, las otras dos fueron en la playa de Lapamán y en la de Portomaior.
Asimismo, dos de las alertas sobre los niños perdidos fueron en la playa de Lapamán, mientras que la tercera se produjo en Area de Bon.
Por playas, fue Lapamán la que registró un mayor número de atenciones, 185, que contrasta enormemente con las que se llevaron a cabo el pasado verano en el mismo periodo, 664.
Asimismo, el resto de arenales también disminuyeron considerablemente las atenciones ofrecidas por los socorristas: en la playa de Portomaior se realizaron 147 atenciones, el año pasado 381; en Area de Bon 70 y en Lagos 38, mientras que la temporada anterior se realizaron 307 y 118, respectivamente.
Otros de los incidentes atendidos por los socorristas de las playas buenenses durante esta temporada fueron las irritaciones de ojos (10), uso de amphi-buggy (9), picaduras de erizo (9) y de insectos (9), así como de anémonas (9).
Los arenales buenenses registran 352 incidencias menos que en el mismo período del año pasado
Entre las atenciones más graves destacan cinco lipotimias, de las cuales tres fueron en Lagos, así como tres desapariciones de niños
