El Gobierno local (BNG) celebró este jueves su particular referéndum pro lombos. Lo hizo en el Pleno municipal y a través de una moción en la que solicitaba a la Xunta la mejora de la seguridad vial en el tramo pontevedrés de la carretera de Campo Lameiro, la que va de Lérez a San Andrés de Xeve.
La consulta nacionalista no precisó urnas. Solo las manos alzadas de los concejales de la Corporación municipal que participaron en el debate de esta iniciativa, que fue presentada en plena polémica por la instalación de badenes en las parroquias. El resultado de las votaciones dibujó una sonrisa en la bancada del Bloque, que logró el apoyo del PSOE para sacar adelante su propuesta: limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora y construcción de pasos sobreelevados entre A Porta da Coxa y la salida a Fragoso, la priorización del tránsito peatonal y la adopción de medidas de calmado del tráfico rodado en el entorno de colegios, instalaciones sanitarias y otros espacios públicos.
El único partido que votó en contra de la moción fue Ciudadanos. Su portavoz, María Rey, considera que existen otras actuaciones para mejorar la seguridad en este vial, denominado PO-223. "No es correcto penalizar a los ciudadanos que usan sus vehículos cuando se pueden materalizar medidas alternativas que, beneficiando a los peatones, no incidan sobre la utilización de las carreteras", defendió.
La abstención del PP sorprende a los miembros de la plataforma O rural existe que este jueves acudieron al Pleno en el Teatro Principal
La edil del partido naranja planteó otras soluciones para la carretera de Campo Lameiro, como la instalación de aceras, rotondas, pasarelas peatonales y semáforos. "Los coches no son máquinas infernales. En ellos también van personas, enfermos y conductores que pagan la ITV", añadió.
DESPACITO. Las propuestas de Ciudadanos fueron compartidas por Marea. Su portavoz, Luís Rei, tiró de ironía para referirse a la moción nacionalista. "É evidente que Pontevedra é unha cidade que circula a 30. Sucede co contrato das piscinas, que trae nove anos de atraso. Sucede co abastecemento de auga, que segue sen chegar a moitos fogares do rural, a pesar dun contrato de hai 20 anos. Sucede co saneamento. Sucede co transporte e coa captación de novas empresas", manifestó.
Rei instó al Bloque a dialogar con los vecinos y a no construir lombos "por decreto". También comparó la política de movilidad de los nacionalistas con el éxito musical Despacito. "O seu é o modelo Luis Fonsi", dijo en referencia a la letra de la canción.
A pesar de sus críticas, Marea optó por la abstención, lo mismo que hizo el PP, para sorpresa de los cinco miembros de la plataforma O rural existe que asistieron al debate de la moción. Los populares justificaron su postura en base al argumento de que la reforma de la PO-223 no fue aprobada formalmente por los consellos parroquiales, unos colectivos de participación que, según la formación de derechas, no representan al rural. "Esta moción chega tarde, mal e arrastro", afirmó el concejal César Abal, que aludió a que la Xunta trasladó el año pasado al Concello la posibilidad de ejecutar obras de seguridad en seis carreteras autonómicas que pasan por Pontevedra, entre las que figuraba la de Campo Lameiro.
Aunque la iniciativa nacionalista fue aprobada, la oposición no escatimó críticas al Gobierno de Miguel Anxo Fernández Lores. Aprovechó el debate para denunciar las carencias del rural -como la ausencia de alcantarillado o deficiencias en la recogida de basura en algunos puntos- y señalar los deberes pendientes del alcalde con el resto de Pontevedra. "Dea unha volta polos barrios. Desprácese un quilómetro máis alá da Peregrina", le espetó el portavoz del PSOE, Agustín Fernández.
El Ejecutivo defendió su política pro lombos "salvavidas". "Vostedes non comparten o noso modelo, o de cero mortos nas vías. É máis importante o amortiguador dun coche que a vida dun neno?", se preguntó el edil de Obras, Demetrio Gómez Junquera.
