La avispa velutina sembró el pánico este jueves en la playa de Chancelas, en Poio, cuando un enjambre atacó a los bañistas que se encontraban disfrutando una buena tarde de verano.
Es sabido que a la playa siempre hay que llevar protección, aunque resultaría imposible prever que en la tarde del jueves habría algo en el arenal de Chancelas que picaría más que la salitre o el sol.
El agónico epidosio se desencadenó cuando un nido de velutinas, que este verano proliferan a sus anchas en la población poiense, cobró tal peso y tamaño que llegó a desprenderse del árbol cercano a la playa. La estructura de destrozó y los insectos alzaron sus alas con ansias de venganza y lo pagaron con los bañistas.
Uno de los sujetos afectados necesitó atención médica por el grave dolor infligido por la picadura de esta especie invasora.
La velutina siembra el pánico en Chancelas
La caída de un nido desencadenó el rabioso ataque de los insectos a los bañistas