Una visita a las entrañas del tiempo en Marín

La restauración de la maquinaria y la estructura del reloj de la torre consistorial ha dado pie a hacer de esta pieza un elemento visitable. Por su parte, el que preside el Templo Vello también se está mejorando, pero no se podrá accerder al mismo
La maquinaria del reloj de la torre de la Casa Consistorial de Marín
photo_camera La maquinaria del reloj de la torre de la Casa Consistorial de Marín

EL EDIFICIO del Concello, que preside la Avenida de Ourense de Marín, tiene en su torre el reloj que le pone pulso a la vida de la villa. El desgaste, fruto del paso del tiempo, ha llevado al Gobierno local a restaurar tanto la esfera como la minutería y, aunque en principio la actuación solamente respondía a una cuestión de conservación patrimonial, los tesoros que se esconden tras la esfera blanca del reloj consistorial le han dado al equipo de Gobierno una idea mucho más interesante.

Así, la maquinaria del reloj del Concello y toda su estructura interna serán, desde el momento en el que terminen las obras, totalmente visitables. El objetivo es revalorizar una pieza que es prácticamente única, pues son pocos los relojes que todavía conservan su maquinaria original.

Tal y como explica la alcaldesa, María Ramallo, en el momento en el que pusieron en marcha el proyecto de mejora del reloj, en el que se invertirán 9.000 euros, "no quisimos modernizarlo ni hacerlo electrónico", pues el encanto y el valor se perderían. La empresa adjudicataria de las obras es de Viveiro y está especializada en este tipo de reparaciones. El Concello le encargó en verano un estudio sobre el estado de conservación del reloj, cuyos resultados evidenciaron la enorme necesidad de una puesta a punto.

Las obras se están haciendo por fases. La semana pasada comenzaron con las esferas y la minutería. De hecho, ahora ya se pueden observar desde el suelo los resultados del arreglo. El reloj vuelve a lucir los números de todas las horas (algunos de ellos estaban caídos o se habían oxidado) y de nuevo la maquinaria vuelve a hacer que las agujas marquen bien la hora, no como antes, que sufría retrasos continuos.

"No quisimos cambiar la maquinaria por un mecanismo electrónico porque sería quitarle todo el valor", explica Ramallo

La segunda fase de los trabajos, en la que los operarios se hallan inmersos en estos momentos, es la del acondicionamiento y la restauración de la enorme caja de madera que sirve de protección a los engranajes del reloj. "Tiene mucha polilla", comenta uno de los trabajadores, por lo que el Gobierno local ha decidido retirarla. En su lugar se pondrá una superficie acristalada, que permitirá que se vean las "entrañas" del reloj con facilidad. Además, se tendrá que reformar todo el habitáculo en el que se encuentra la pieza, que está en lo alto del edificio consistorial y que hasta el momento no había sido visitado por nadie, a excepción del relojero que se encarga del mantenimiento de la máquina. "Tenemos que hacer que el entorno sea visitable", apunta la alcaldesa.

La última fase de los trabajos tendrá como objetivo recuperar la sonoridad de las campanas, para que doblen a cada hora en punto, tal y como lo hacían antes. En cuanto a las visitas, Ramallo adelanta que tendrán que ser programadas, "para que no afecten al día a día de la labor municipal", y que estarán dirigidas a los centros educativos y a grupos de visitantes conformados previamente.

Por su parte, el reloj de la iglesia de Santa María, a pesar de que, aprovechando las obras de mejora de la cubierta, también está siendo reparado, no podrá ser visitable, pues el entorno lo hace "muy complicado", asegura la regidora. De momento, con el reloj al 'aire libre' del Concello, Marín ganará un nuevo atractivo cultural, recuperará el sonido de las campanas y volverá a sentir el devenir del tiempo de forma colectiva.

Comentarios