Cuando han pasado ya algunas semanas desde su toma de posesión, el nuevo jefe de la Brilat recibió a este periódico para efectuar una completa radiografía de la unidad que ha pasado a mandar y de los planes de futuro a corto y a medio plazo, que incluyen hasta cuatro misiones internacionales en los próximos 18 meses.
¿Qué ha supuesto para usted cambiar de aires y trasladarse a Pontevedra, tanto en el plano profesional como en el personal?
Los militares estamos acostumbrados a los cambios, y en el aspecto personal no deja de ser un cambio más. En el plano profesional sí es una responsabilidad muy importante, una satisfacción y un honor el poder mandar una de las unidades más importantes del Ejército español. Supone un esfuerzo mayor.
¿En qué han cambiado las brigadas para transformarse en BOP (Brigada Orgánica Polivante?
La diferencia realmente es poca. Es cierto que cambian algunos medios que nos aportan. Eso supone adaptar las cadenas de mantenimiento, pues en su mayor parte son vehículos, y efectuar la instrucción con ellos. Son automóviles y piezas de artillería.
Ciudad "Creo que lo de la lluvia es un mito. El ambiente aquí es muy agradable, me ha sorprendido gratamente"
Su antecesor en el cargo, Luis Cebrián Carbonell, dejó el listón muy alto, en especial por el éxito alcanzado en el marco de la VJTF Land de la Otan. ¿Qué planes tiene para continuar mejorando?
No es fácil mantener un nivel que, como dices, es muy alto, y ha sido reconocido en todos los estamentos tras el trabajo en la VJTF, a nivel de la Otan. Es difícil superar eso. Pienso que lo que podemos hacer es trabajar duro a diario y empezar a preparar las misiones que se nos presentan. Tenemos un reto importante con las nuevas operaciones en las que vamos a tomar parte en 2018, tanto en Líbano como en Mali. En este último caso se tratará de una operación nueva, con más personal.
Al hilo de lo que anticipa, se sabe que en 2018 la brigada volverá a participar en grandes misiones. ¿Puede describirnos las claves de cada una de ellas?
El número de efectivos todavía no lo sabemos, pero ambas serán misiones importantes. La de Líbano tiene como objetivo el cumplimiento de los acuerdos de seguridad de Naciones Unidas. Se trata de una misión de seguridad, patrulla y comprobación de que se cumplen los citados pactos. La de Mali es de instrucción y preparación del Ejército de ese país, para que pueda mejorar su propia seguridad. Son distintas.
En Líbano se trata de asegurar la Blue Line, si no me equivoco...
Efectivamente. Se desarrolla en la Blue Line, frontera con el estado de Israel, una zona delicada en la que estaremos de patrulla. En Mali sí que instruiremos al personal local y será una misión, como le digo, más voluminosa, pues en breve se incrementará el personal.
Mali es un país complejo, por diversas circunstancias, en el panorama internacional.
En el plano de seguridad, puede que sea menos seguro que Líbano en estos momentos.
Paralelamente, ¿está en el calendario alguna otra misión de instrucción de menor calado, como la que acaban de completar sus especialistas en Mauritania?
Sí. Concretamente, en el próximo semestre volveremos a Mauritania para completar el trabajo que hicimos allí. Junto a ello, en 2018 tendremos alguna otra misión de este estilo, en el marco de la seguridad cooperativa. Puede ser en Mauritania o en algún otro país, a través de acuerdos bilaterales.
Running "Me gusta mucho. Es barato, solo hacen falta unas zapatillas y ganas de salir a correr. Pero tampoco hay que exagerar"
Este tipo de trabajos de instrucción suelen ofrecer buenos resultados...
Efectivamente, se obtiene un buen rendimiento. Es poco tiempo, pero los programas están muy bien ajustados. Los soldados que acuden son, como dices, expertos, y los países lo agradecen mucho.
¿Qué diferencias existen entre los soldados del Sur, con los que ha trabajado durante años, y del Norte de España?
Cada vez menos, porque desde que se profesionalizó el Ejército los soldados se mueven de un lado para otro. Para mí ha sido una satisfacción encontrarme aquí con compañeros que han estado conmigo en La Legión durante años en Fuerteventura.
Supongo que en su larga carrera profesional ha podido participar en varias misiones en el exterior.
Pues sí. Estuve en Bosnia en el año 93. Después en Kosovo, cuando estaba en El Goloso, en el año 2005, y volví a Afganistán en el 2008, cuando mandaba la Séptima Bandera de La Legión.
Me imagino que se habrá traído con usted muchos recuerdos...
En todas estas misiones se aprende mucho a valorar lo que uno tiene aquí. Cuando uno viaja a estos lugares y ve las condiciones precarias en las que está la población, la gente que vive con lo mínimo, incluso que no tienen ni lo preciso para vivir, se valora mucho lo que tenemos aquí. Apreciamos más lo nuestro.
Con las nuevas amenazas terroristas se han ido adaptando los protocolos para mejorar la seguridad. Concretamente, ¿qué se ha hecho en la Brilat y en el Ejército en este sentido?
Realmente no hemos modificado mucho. España, desgraciadamente, ha vivido muy de cerca la amenaza terrorista y nunca hemos bajado la guardia en este sentido. Creo que en este aspecto vamos un poco más avanzados que el resto de los países europeos. Hemos afinado algunas cosas y trabajamos con la información nueva que nos va llegando, pero no hemos modificado los protocolos. Sí es cierto que adquirimos nuevos medios más avanzados, pero no porque la alerta sea mayor, pues el nivel sigue siendo el mismo.
Lleva ya aquí unos meses y conoce su unidad. ¿Qué destacaría de ella?
Dos cosas. El tesón y el trabajo diario de la gente. No es que en otros lugares no se trabaje, pero aquí los soldados son antiguos, llevan mucho tiempo en la unidad, la quieren, la sienten como propia, y su trabajo y tenacidad son encomiables.
Conocía la ciudad de refilón, del año 98, pero me imagino que ahora tendrá una visión diferente de Pontevedra.
Es un lugar muy agradable. Se da la casualidad de que, además, he llegado en una época de clima muy benigno. Creo que lo de la lluvia en Galicia es un mito, porque desde que he llegado no ha llovido nunca. La ciudad me ha sorprendido muy gratamente, es agradable, hay un ambiente buenísimo y limpieza y la relación de la brigada con las instituciones también es magnífica.
Sabemos que es un amante del running y que aprovecha los espacios que para ello ofrece la ciudad. ¿Qué importancia le concede a la actividad física?
A mí me gusta mucho. Es un deporte muy barato, no hacen falta más que unas zapatillas y ganas de salir a correr (risas). Es muy saludable y una manera de mantenerse en forma, aunque tampoco hay que exagerar. No soy partidario de esas carreras de 100 kilómetros, pero el deporte a diario es muy bueno y da muestras de la salud de la sociedad. En el marco profesional, a nosotros se nos exigen unas marcas y se nos paga por ello. El envejecimiento puede ser un hándicap si no nos mantenemos bien físicamente.
En breve comenzará la campaña contra los incendios. ¿Qué novedades habrá?
Va a ser similar, con dos patrullas más que en años anteriores. Se trata de un pequeño refuerzo.
Lance un mensaje de llegada para sus soldados y para los ciudadanos de Pontevedra.
Me gustaría transmitir el mensaje de la integración. Al Ejército, a diferencia de otras profesiones, no se le ve en la calle. Vemos a un policía, a un cartero..., pero nosotros estamos en nuestros campos de maniobra. Voy a apostar por darnos a conocer. Aquí hay un 70% de gallegos y queremos que los ciudadanos sientan la Brilat como algo suyo.
