Ramón Escudeiro, un ejemplo para los demás

Premio para la sonrisa del deporte

La gimnasta olímpica Carolina Rodríguez, diploma en los Juegos de Río de Janeiro 2016, recibirá el próximo viernes el tercer Trofeo HQR!-Ramón Escudeiro a la superación
Carolina Rodríguez posando para una entrevista de Diario de Pontevedra en septiembre de 2015
photo_camera Carolina Rodríguez posando para una entrevista de Diario de Pontevedra en septiembre de 2015

Cuando -salvo los muy cercanos- nadie apostaba por ella, Carolina Rodríguez Ballesteros describió una trayectoria ejemplar que la ha situado como una de las gimnastas españolas más brillantes a nivel individual.

Su actitud, su entrega con el deporte y su lección de superación han servido para que reciba el tercer trofeo (tiene carácter bianual) HQR!-Ramón Escudeiro a la superación y gesta deportiva.

Si brillante es su palmarés, más espectacular es su actitud. Destacó muy joven y, después de quedarse fuera del equipo nacional tras los Juegos de 2004 y después de anunciar su retirada, luchó para regresar a la élite.

"La exigencia la he adoptado como una rutina muy personal. Creo que incluso el día de mañana lo echaré de menos. Desde siempre he sido muy exigente conmigo misma e incluso de pequeña me llevaba muchos berrinches. Me gusta ser así porque si no, no tiene sentido hacer gimnasia al máximo nivel con 30 años".

Su espíritu le permitió hacer historia en Río. "Lo que me levantaba todos los días de la cama era saber que podía competir en Río, y vivir una experiencia olímpica es lo máximo. Así que yo misma me decía que, aunque me doliera en el alma, tenía que machacarme, machacarme y machacarme. Mi motor era pensar que podía vivir mis terceros juegos". Y los vivió de manera espectacular al escribir una de las páginas más brillantes del deporte.

En Río de Janeiro logró la proeza de ser la más veterana de la historia en ser diploma gracias a su octavo lugar a los 30 años. Fue ganadora de la competición individual en los Juegos Mediterráneos de 2013 y olímpica tanto en conjuntos (Atenas 2004, donde obtuvo la séptima plaza) como en individual (Londres 2012, donde fue 14ª). Es la gimnasta que más veces se proclamó campeona de España del concurso general contando todas las categorías, con doce títulos (uno en alevín, uno en infantil, uno en primera categoría y nueve en categoría de honor).


La trayectoria de la trece veces olímpica es un ejemplo de superación y de agradecimiento a la gimnasia: "Le debo todo"

Su carrera está llena de momentos duros. Ha tenido que superar muchos obstáculos. En 2015 reconocía que "la verdad es que no sé cómo me he levantado de todo lo que me ha pasado. Yo creo que he nacido para la gimnasia, si no, no me lo explico. Esos valores también me lo han transmitido, especialmente mis entrenadoras. Estoy en un club que es como una familia, ¡algo bestial! Las entrenadoras me han enseñado que hay que ser más fuerte cada vez". Ni las lesiones ni las decepciones le han quitado su eterna sonrisa y su convencimiento de que era una privilegiada.

"Es verdad que físicamente la alta competición no es sana, porque te exprimen al máximo, ya que eres una pura máquina que tiene que trabajar todos los días para estar siempre al máximo nivel. Estás delante de muchos ojos y eres un referente para muchas personas. Entreno siempre con dolor. Todo eso lo tienes que llevar bien. Me preocupa cómo acabe mi cuerpo, pero no me arrepiento de nada, porque gracias al deporte he podido viajar, conocer gente excepcional, vivir experiencias increíbles… Compito porque disfruto, si no lo dejaría".

Siempre ha profesado un gran amor por el deporte, al que le está muy agradecida. "Si no hubiera hecho deporte, estoy segura de que no hubiera aguantado lo que he aguantado. Es que soy una afortunada, porque al final he hecho lo que he querido y he tenido la oportunidad de estar entre las mejores. A la vida no le puedo pedir más".

La leonesa es también la gimnasta que ha sido más veces campeona de España en el concurso general, con nueve títulos. Sus últimos años han sido los más espectaculares. Por ello, en 2015 reconocía que "la sensación de saber que estoy acabando mi carrera en lo más alto y con mi entrenadora de toda la vida (Ruth Fernández) es impagable".

Todo lo que ha conseguido en la final de su carrera le hace ser muy feliz. "Con los Juegos de Londres ya era una princesa. Otra frase que me gusta de ese reportaje (se refiere a uno realizado por Informe Robinson) es hasta dónde puedo llegar con la entrenadora de toda mi vida, porque todavía no me puedo creer que tras 23 años con ella estemos camino de mis terceros Juegos Olímpicos. Una vez puede ser suerte, pero tres...". En esos Juegos hizo historia.

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