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Los incendios que azotan Galicia son un tercio de los que sufría hace una década

Pese al mal dato del ejercicio pasado, cuando se superaron las 20.000 hectáreas calcinadas, la superficie arrasada por los fuegos cae paulatinamente ► La Guardia Civil refuerza su acción sumando a la vigilancia un helicóptero nocturno
Un brigadista observa una zona quemada por un incendio en la provincia de Ourense el año pasado
photo_camera Un brigadista observa una zona quemada por un incendio en la provincia de Ourense el año pasado

La cifra de incendios forestales que Galicia registra cada año representa en la actualidad un tercio del número de fuegos que la comunidad sufría hace una década. Eso es al menos lo que sostuvo en el Parlamento autonómico el director xeral de Ordenación e Producción Forestal de la Xunta, Tomás Fernández-Couto, quien recalcó que la superficie arrasada por las llamas también "diminuíu de forma tremenda". Al respecto, el técnico indicó a título aproximado que hace una década Galicia registraba de 10.000 a 12.000 incendios anuales frente a los alrededor de 3.000 de estos años.

Un ejercicio "malo" ahora "non ten nada que ver" con lo que ocurría en la primera década del siglo, recalcó Fernández-Couto especificando que, bajo este calificativo, se engloban campañas en las que han podido arder "unhas 25.000 hectáreas". Aquí se incluye la de 2016, cuando la extensión calcinada por los 2.400 incendios declarados superó las 21.112 hectáreas. Una superficie que duplica a la del año anterior y que, por primera vez en un lustro, está por encima de los 200 kilómetros cuadrados.

El representante de la Xunta lo atribuyó a que el verano pasado se dieron una serie de circunstancias climatológicas que, no obstante, en otros momento hubieran dejado un "triste recordo" que, en este caso, no fue así, dijo. "O resultado deste verán non foi o doutros veráns" gracias al "operativo de profesionais" organizado y que "está perfectamente estruturado" para prevenir y extinguir los fuegos en zonas forestales, defendió.

El año negro de los últimos quince lo marcó 2006 con 95.947 hectáreas perdidas

Lo cierto es que, atendiendo a las estadísticas de la Consellería do Medio Rural y del Ministerio de Agricultura, los últimos seis años suman 24.100 incendios, a una media superior a los 4.000 por año. En comparación, los últimos seis años de la década pasada sumaron 39.261 fuegos. Esto es, unos 15.000 más que se explican, sobre todo, por los casi 12.000 que se contabilizaron durante 2005. Pero sí es cierto que, si se echa la vista atrás, entre las campañas de 1994 y 2005 nunca se bajó de los 8.000 fuegos anuales —de hecho, la media de esos doce ejercicios arroja unos 11.180 por ejercicio—; una barrera que no se ha vuelto a romper desde entonces.

Sin embargo, cabe tener en cuenta que la equivalencia con la superficie quemada no es proporcional: el año negro de los últimos quince lo marcó 2006 con 95.947 hectáreas perdidas. A partir de ahí, aunque la gráfica es irregular, tan solo una vez se han rebasado las 40.000 hectáreas calcinadas —en el año 2011— y en algunas temporadas propicias la superficie arrasada se quedó en apenas 2.000 hectáreas, como en 2004. Así las cosas, en esta última década la media anual fue de algo más de 15.100 hectáreas; una frontera simbólica que se había sobrepasado siempre entre 1995 y 2006 —a excepción de 1999, cuando ardieron unas 11.500 hectáreas— pero que, por otro lado, reafirma el mal dato de la campaña pasada.

En cualquier caso, hay una constante incontestable: Galicia es la comunidad española donde se originan más fuegos forestales.

HELICÓPTERO NOCTURNO. El Seprona, que comenzó la campaña antiincendios de verano el 1 de junio, rehusa augurar si este estío va a ser más o menos conflictivo, aunque destaca que la mayor concienciación de la sociedad está dibujando una curva descendente en los últimos años en la cifra de incendios que espera sea imparable. En concreto, explica que la ola de fuegos de 2006 en Galicia marcó un punto de inflexión para esa mayor sensibilidad que, desafortunadamente, cuenta con excepciones, ya que según la Xunta el 75% de los fuegos de la última década fueron provocados.

Por ello, el departamento de la Guardia Civil vigila los cambios en el patrón de conducta de los incendiarios para poder adelantarse a ellos y ha diseñado una respuesta integral que abarcará desde la prevención hasta la investigación. Además, sumará en su "enfrentamiento" al fuego a su grupo de elite: la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma).

Pero, dado a que es precisamente el noroeste del país la zona con mayores problemas de incendios forestales, y donde su número se reduce a paso más lento, el instituto armado reforzará su vigilancia con otra de las novedades de este año: los helicópteros habilitados —tanto la máquina como sus tripulantes— para vuelos nocturnos.

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