El abandono se ceba con la 'Casa da Galería'

Basura, maleza de metros de altura y un pazo en ruinas a escasos metros de las casas ‘decoran’ el barrio de Caritel
Miguel Ángel Pazos señala el terreno lleno de maleza que cubre la 'Casa da Galería'
photo_camera Miguel Ángel Pazos señala el terreno lleno de maleza que cubre la 'Casa da Galería'

Hace un año los vecinos del barrio de Caritel, en Os Praceres, denunciaban el estado del pazo conocido como Casa da Galería en Diario de Pontevedra. Desde entonces, nadie ha tomado ninguna medida y la maleza no ha hecho más que crecer.

"Ahora mismo la casa ya ni se ve. A veces entran en el terreno grupos de jóvenes que no son conscientes de que allí hay un pozo descubierto de unos 20 metros de profuncidad o de que con un poco de viento la casa y el muro que la rodea se vendrá abajo", denuncia el vecino de la zona Miguel Ángel Pazos. Además, señala que una parte del muro que cierra la finca ya se desplomó sobre el terreno de otro propietario que linda con el pazo sin que nadie interviniese. Los vecinos se quejan de que en el último año remitieron al Concello una treintena de escritos pidiendo que la zona se desbroce y se adecente, sin obtener ninguna respuesta. Por su parte, Pazos lleva reclamando al Concello actuaciones en la zona desde el año 2013.

"Hay otras zonas de Pontevedra que están muy bien cuidadas y se gasta mucho dinero en ella. Entiendo que aquí somos pocos vecinos, pero nos merecemos vivir en un lugar limpio y sin basura", se queja.

Además de la maleza que crece en torno al pazo, en el lugar la gente ha ido depositando basura y otros residuos como ruedas o baterías, que ya han sido cubiertos por la maleza. Del mismo modo, el cierre de piedra que rodea el terreno amenaza con venirse abajo sobre la estrecha pista que da acceso a un grupo de casas del barrio. "Si algún día esta maleza comienza a arder, los Bombeiros no tienen forma de entrar", denuncia Pazos, que pide colaboración al concejal responsable de la parroquia de Lourizán, Demetrio Gómez.

La actuación en los terrenos se complica porque, además de ser de titularidad privada, pertenece a unos 70 herederos repartidos por toda la Península. "Nosotros hablamos con uno de ellos que vive en Pontevedra, pero a él le pertenece una mínima parte; lo demás es de un montón de primos que ni se conocen entre ellos", cuenta Pazos. El terreno, de 4.000 metros cuadrados, no tiene titular catastral. Mientras, la maleza continúa creciendo.

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