"Pudo haber roces, pero no creo que fuesen como para romper un pacto de Gobierno"

Vanessa Rodríguez: "Telmo cree que puede gobernar como en su época anterior y eso conmigo no va"

Su rechazo al pacto con el Partido Popular ha colocado a la concejala más joven de la Corporación en el epicentro del ‘tsunami’ político que se está viviendo en Sanxenxo. Rodríguez se mantiene firme en su postura e insiste en que no renunciará a su acta porque se siente respaldada por buena parte de los afiliados del partido liberal
Vanessa Rodríguez Búa
photo_camera Vanessa Rodríguez Búa

Su etapa en el Gobierno está a punto de finalizar. Sin embargo, Rodríguez se muestra tranquila con el paso que ha dado.

Una vez explicada su postura, ¿se siente más tranquila o teme que lo peor esté por llegar?
Estoy tranquila. Creo que todas las decisiones que he tomado son coherentes, por lo que no tengo cargo de conciencia.

¿Cuál ha sido el peor trago para usted desde el inicio de la crisis?
El momento de mayor decepción fue la ya famosa asamblea del 17 de mayo. Ahí vi cómo se rompían todos los principios por los que se había regido SAL. Para mí ese instante fue un antes y un después. Ahí me di cuenta de que ya no reconocía a mis compañeros ni sus formas de proceder. Me sentí muy defraudada.

En su comparecencia del pasado viernes afirmó que «lo más fácil sería que me fuese a mi casa». ¿Por qué no lo hace?
No me voy porque me involucré en esto. Hubo mucha gente que nos apoyó, tanto a mí como al resto de integrantes de la candidatura. Soy incapaz de dejarlos tirados. Lo que siempre pretendí es que SAL se pronunciase. Por eso convocamos la asamblea del pasado jueves. Los que no acudieron sabían que se iba a celebrar. No acudieron porque no quisieron, es una forma de pronunciarse. Lo que me parece insólito es que digan que les respalda la mayoría y que luego no hagan acto de presencia. Se supone que, de ser así, para ellos habría resultado muy sencillo demostrar que, efectivamente, cuentan con el apoyo de casi todos. Lo que no me parece normal es que se amparen en supuestas mayorías que luego no demuestran.


Respaldo
"Ahora resulta que la mitad de la candidatura que (Pita) lideró somos una minoría"

Decepción
"Les he contado intimidades que, me consta, han revelado por ahí; eran mis amigos y ahora no los reconozco"


El presidente (Jesús Sueiro) asegura que se convocará una asamblea en breve.
Ya, pero deberían hacerlo antes del Pleno del lunes (por mañana). Que no digan que no son capaces de convocarla en un día, porque ya han demostrado que si pueden con pocas horas de antelación. Precisamente, la del 17 de mayo la anunciaron ocho horas antes. Si quieren organizarla, pueden. Otra cosa es que lo vayan a hacer.

¿Estaría dispuesta a acudir?
Por supuesto. Quiero que SAL hable. A mí me parece estupendo que ellos (Pita, Sueiro y Fernández) crean que la mejor opción es pactar con el PP contra viento y marea, pero no utilizando unas siglas de una manera en la que no están legitimados, porque no cuentan con el apoyo de la mayoría. Si es que, en realidad, lo tenían muy fácil: convocamos una asamblea y avisamos a todo el mundo. Allí estábamos once de los 20 miembros de la lista, no mis familiares, como se ha dicho. Ahora resulta que más de la mitad de la candidatura que él lideró somos una minoría.

Lo que está claro es que ambas partes se sienten legitimadas.
Yo demuestro que estoy legitimada, ellos no. Esa es la diferencia.

Este punto de no retorno podría llegar a provocar un caso insólito: que concejales de la misma agrupación se dividan entre el Gobierno y la oposición.
La postura del partido solo puede ser una. En vista del resultado de lo del jueves, yo no debería ser la no adscrita, pero si quieren volver a convocar una asamblea, por mí no hay problema. Eso sí, lo lógico, insisto, es que fuese antes del Pleno, porque después sería ridículo. A mí me parece que lo están evitando.

¿Cuál ha sido la mayor decepción que se ha llevado?
La decepción política es enorme, pero la personal mucho más. No solo porque se ha roto la confianza que tenía con ellos. Les he contado intimidades que, me consta, las han revelado cuando no tenían ningún derecho. Eran mis amigos y ahora no los reconozco.

Pero también ha recibido muestras de ánimo.
Lo que más agradezco es el apoyo de la gente, incluso de personas que no me conocen y me paran por la calle y me felicitan.

¿Cuándo tuvo constancia de las negociaciones entre SAL y PP?
La primera vez que me lo comentaron fue antes del estallido de la polémica de Luis Rocafort. En ningún momento me especifican de qué van a hablar, deduje que sería sobre temas puntuales. Yo no lo iba a hacer, porque temía que el PP utilizase alguna foto para desgastar nuestra relación con el resto de integrantes del grupo de Gobierno. En ese momento, no me imaginaba el desenlace. No lo supe hasta unos días antes de la asamblea del 17 mayo, en la que, por cierto, se informó por primera vez a la gente del partido. Se limitaron a decir que cedían la Alcaldía para lograr más subvenciones de las administraciones, pero que no podían dar más detalles porque aún estaban en negociaciones. Y luego resulta que firman el acuerdo al día siguiente.

¿Por qué se opone a ese pacto?
Porque soy coherente. Me tildan de ‘anti PP’, pero no es verdad. Lo que siempre dije es que Telmo Martín no es un ejemplo. Conozco su labor como alcalde y sé que va a seguir en la misma línea, solo hay que escuchar lo que ha dicho en los plenos y en consejos de administraciones de Nauta, por ejemplo. Él cree que se puede continuar gobernando un ayuntamiento como lo hizo él entre 1999 y 2006. Y esa forma de gestionar conmigo no va.

¿Qué tiene que suceder para que SAL siga con vida más allá de 2019?
No lo sé. Tampoco es mi intención salvar el partido, lo único que quiero es que se hagan las cosas como se han hecho siempre.

¿Cicatrizarán las heridas?
Lo dudo muchísimo, sinceramente.

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