La Brilat se entrelaza con la ciudad en el Día de las Fuerzas Armadas

Cientos de pontevedreses disfrutaron de una muestra interactiva de material militar que captó la atención de pequeños y mayores

Una pieza de artillería con un alcance de tiro de unos 40 kilómetros dio la bienvenida este sábado a los centenares de visitantes que acudieron a la muestra interactiva de material militar que organizó la Brigada Orgánica Polivalente Galicia VII (Brilat), ocupando la práctica totalidad de la Alameda con motivo del Día de las Fuerzas Armadas.

"Exponemos los materiales más característicos de la brigada para que los puedan ver los ciudadanos de Pontevedra. Entre los más novedosos que acabamos de recibir se encuentra la pieza de artillería de 155 milímetros y los Vamtac ST-5, la tercera generación de esos vehículos". El comandante Rey, encargado de la exposición, explicaba así los elementos más destacados de la misma, y añadía que "a la vista del éxito del año pasado, hemos repetido la experiencia. Lo más espectacular son los tiradores de precisión, además del área de la visión nocturna".

Pequeños y mayores disfrutaron de lo lindo en un espacio en el que los militares abrieron las puertas de sus vehículos a todos los visitantes, que pudieron sentarse a los mandos de los automóviles acorazados, empuñar las armas de última generación (en el caso de los adultos) y conocer de primera mano el funcionamiento de los visores térmicos, los sistemas de comunicaciones por satélite o los aviones no tripulados, todos ellos presentes en la muestra.

El comandante Ponce de León destacó que "el año pasado la demanda fue tan grande que replanteamos la organización y ampliamos el horario (se extendió durante todo el día), para que todo el mundo pueda disfrutar la exhibición. Nos hemos volcado más en la parte interactiva, en especial para los niños, con la pista de aplicación, el puesto para enmascararles y la carrera de orientación en la que van buscando balizas. Están participando mucho".

Precisamente fueron la pista americana, que incluía obstáculos similares a los que sirven para la instrucción militar, y el recorrido de orientación, que transcurría desde el paseo de Montero Ríos hasta la sede de la Subdelegación de Defensa, los espacios más concurridos, con los más pequeños como grandes protagonistas.

En el centro de la muestra permaneció el azor, emblema de la brigada, que, tal vez consciente de su ‘trabajo’, se dejó fotografiar e incluso tocar por parte de los ciudadanos.

Comentarios