Puigdemont: "El Estado español no tiene tanto poder para impedir" el referéndum

El presidente de la Generalitat ha participado en una conferencia sobre el proceso soberanista celebrada en Madrid
Carles Puigdemont, durante su intervención en Madrid
photo_camera Carles Puigdemont, durante su intervención en Madrid

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña para que los catalanes puedan ejercer su derecho a decidir: "El Estado español no dispone de tanto poder para impedir tanta democracia".

Lo ha dicho desde la Caja de Música del Palacio de Cibeles de Madrid, donde ha protagonizado la conferencia Un referéndum para Catalunya. Invitación a un acuerdo democrático, junto al vicepresidente, Oriol Junqueras, y el conseller Raül Romeva.

Puigdemont ha invitado formalmente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a abrir una "operación diálogo" y empezar a negociar bilateralmente un referéndum desde el sentido de Estado: "Con voluntad política todo es posible".

Quiere hablar con Rajoy sin condiciones previas, límites, apriorismos, reproches, amenazas ni subterfugios, pero advierte de que "no van a caber muchos más rechazos" y de que el proceso soberanista seguirá con o sin el aval del Estado.

En este sentido, Puigdemont esperará una propuesta de Rajoy hasta el último minuto de prórroga porque es lo que merecen la democracia catalana y del resto de España, "pero que no quepa ninguna duda de que, si no se articula una propuesta pactada por ausencia de voluntad del Gobierno español, el compromiso del Govern con su pueblo es democráticamente inviolable".

Si no hay pacto, Puigdemont convocará de todos modos un referéndum y el Ejecutivo catalán volverá a instar entonces al Estado a dialogar para abordar los términos de la separación y "contribuir a la transición del nuevo Estado catalán que mantendrá los lazos fraternales con España".

NI LIQUIDAR NI NEGAR A ESPAÑA. El presidente de la Generalitat catalana ha reivindicado que en Cataluña no hay ruptura social ni fugas de empresas ni se persigue a nadie por sus ideas, lengua, origen o cultura, sino que hay una sociedad "felizmente discrepante, en ese asunto -el referéndum- y en muchos otros, como en las democracias maduras".

Puigdemont ha defendido las bondades del proceso soberanista y ha desmentido que se pretenda liquidar España o negarla: "Se trata efectivamente de la autodeterminación de Catalunya, que en ningún caso pretende negar a nadie sino afirmarse a sí misma".

Ha repasado la gestación de la actual hoja de ruta desde la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) contra el Estatut en 2010, momento en el que Cataluña tomó conciencia de que nunca había "pintado nada y sólo había sido un espejismo de utilidad -para el Estado- que, en la práctica, siempre favorecía a los mismos".

"La sentencia del TC hizo que el catalanismo reivindicara su orgullo para defender su derecho a decidir con esperanza y "no desde el victimismo ni la frustración", un anhelo que Puigdemont propone canalizar siguiendo el ejemplo del Reino Unido y Escocia.

NI EN EL SENADO NI EN EL CONGRESO. Puigdemont ha defendido el referéndum en la Caja de Música de Madrid, aunque declinó hacerlo en el Antiguo Salón de Sesiones del Senado y tampoco lo hará en el Congreso, como propuso el Gobierno central, porque entrañaría "un fracaso evidente".

Ha recordado el paso por el hemiciclo del entonces lehendakari Juan José Ibarreche en 2010 y de varios diputados catalanes en 2014: "Ir al Congreso para difuminar ante los observadores internacionales la ausencia de voluntad política del Gobierno del Estado es un error en el cual ya no vamos a participar".

AGRADECIMIENTO A CARMENA. Puigdemont ha empezado su discurso agradeciendo a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, haber brindado al Gobierno catalán la oportunidad de expresarse: "Su compromiso democrático contribuye a las soluciones allá dónde otros, que tienen mayor responsabilidad, siembran problemas".

El presidente catalán ha invocado al Rey Felipe VI y al mensaje que defendió en 1990, cuando era príncipe de Girona, de que "la democracia expresa sus proyectos en las urnas", y también se ha referido al pacto de Estado que se alcanzó hace 40 años para restablecer la Generalitat tras la dictadura franquista.

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