Momentos históricos

Los motivos para creer en el Pontevedra CF

Las grandes hazañas protagonizadas por el once granate en la era moderna le permiten conservar la esperanza en una épica remontada contra el Real Murcia en La Condomina que lo lleve a la segunda ronda del play-off de ascenso a Segunda División
La goleada el Mensajero en 1984 fue uno de los grandes momentos en el play-off del Pontevedra
photo_camera La goleada el Mensajero en 1984 fue uno de los grandes momentos en el play-off del Pontevedra

Al cuarto de hora del partido de ida, el Pontevedra ya perdía por 2-0. Los aficionados de La Palma abarrotaban el Silvestre Carillo y achuchaban. El Pontevedra estaba acorralado, superado por el sol insular, la presión emanada del vulgo y el suelo de ceniza volcánica del campo. Y, sin embargo, sobrevivió. Capeó el temporal en defensa y antes del descanso logró el 2-1 que sería definitivo.

Es una de las historias más grandes jamás contada que el lector puede encontrar en los libros del Pontevedra: la eliminatoria contra el Mensajero de 1984 (no confundan con la de 2015). En aquella ocasión, el Pontevedra sobrevivió a la isla de La Palma y remontó en el encuentro de vuelta en Pasarón.

Los Bomberos inundaron el césped del estadio granate. La emboscada pilló desprevenido al Mensajero que, sin embargo, resistió el empuje enemigo en el primer tiempo. En el segundo, los insulares no contuvieron el vendaval de juego del equipo de Castro Santos. El PCF venció por 5-0 y avanzó en su camino hacia el ascenso, que certificaría ante el Eibar en la segunda eliminatoria de aquel play-off a Segunda B.

El club pontevedrés ha vivido a lo largo de su vida momentos inolvidables de pasión, grandes remontadas o épicos triunfos en fases de ascenso que le hacen creer en sus posibilidades de dar el salto de categoría en esta campaña.

Esa experiencia en la lucha contra los elementos, contra gigantes, contra situaciones imposibles, es lo que impide al Pontevedra rendirse en su batalla desigual contra el firme y pragmático Real Murcia.

El equipo pontevedrés ha relatado epopeyas magníficas en fases de ascenso. En los tiempos modernos, en 1995, rozó el ascenso tras derrotar al Numancia de Soria en la quinta jornada de la liguilla, sobreviviendo a un asedio tras un 1-0 inicial. Aquel día venció, aunque finalmente no sería capaz de dar el salto de categoría.

Diez años después, en Miranda de Ebro, el Pontevedra se jugaba medio ascenso en Anduva, un campo hostil, con un gran ambiente en las gradas. Ganó el enfrentamiento y se llevó el triunfo, en lo que fue la antesala del más reciente ascenso a Segunda División de la vida del club. Cabrera hizo el tanto del triunfo y luego el PCF defendió su renta y puso los cimientios para el cambio de categoría que lograría ante el Lorca el 27 de junio de 2014.

Frente el Haro, hace dos veranos, el bloque pontevedrés remontó el 1-0 que se produjo en La Rioja. Ganó 3-0 en los 90 minutos de Pasarón y selló su regreso a la categoría de bronce.

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