Fundada en 1966, Electroquímica del Nororeste, Elnosa,comenzó su actividad en Lourizán en 1968. Actualmente produce 34.000 toneladas de cloro al año y factura del orden de 30 millones de euros anuales. Su plantilla comprende 60 empleos directos, 76 "casi directos" y otros 200 indirectos. La factoría pertenece a la firma lusa CUF (Companhia União Fabril), que a su vez forma parte del grupo José de Mello, un gigante empresarial que tiene presencia en el sector de las autopistas, la sanidad y la industria química. CUF es líder europeo en ventas de anilina (compuesto orgánico) y es el tercer productor ibérico de cloro. Su facturación anual alcanza los 300 millones.
Momentos clave
En su trayectoria hay varios momentos clave que ahora ponen su futuro contra las cuerdas. Por un lado se encuentra el conjunto de denuncias judiciales que interpuso Salvemos Pontevedra, que, entre otras cosas, provoca que ahora mismo el Estado tenga abierto un expediente de caducidad de la concesión, que concluye en junio de 2018. También cabe destacar la directiva europea que prohíbe seguir utilizando mercurio a partir de este año y el pacto que suscribieron en 2013 los titulares de la empresa con la Xunta de Galicia. En base a este acuerdo, que ya se presentaba como de no obligado cumplimiento, la compañía se comprometió a cesar la actividad entre diciembre de 2016 y octubre de 2017 y a presentar dos propuestas de traslado dentro de Galicia (una de ellas en el área de influencia de Pontevedra). Ambos compromisos quedaron en el aire después de que Ence solicitara la prórroga. "No dan los números", alegó la empresa.
Obstáculos
Para seguir en Lourizán, Elnosa debe sortear varios obstáculos: conseguir la prórroga de Costas para seguir produciendo en Lourizán más allá de 2018, lograr el beneplácito de la Xunta para renovar la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y ejecutar el cambio de tecnología que le demanda Europa. Para ello, también necesita licencia del Concello, que ya ha rechazado el PERI (Plan Especial de Reforma Interior) presentado por la clorera para intentar dar encaje legal a los trabajos. El cambio de tecnología contaría con un presupuesto de algo más de 40 millones de euros y un plazo de ejecución de unos dos años.
Alternativas
Los trabajadores se agarran a la alternativa de que la Xunta apruebe un plan sectorial de incidencia supramunicipal, pero lo cierto es que la Administración autonómica no está por la labor y, en cualquier caso, tampoco salva al cien por cien la oposición legal que puede ejercer el Concello capitalino. También existe la opción de producir únicamente hipoclorito de sodio mientras no se resuelva el cambio de tecnología, pero los propios empleados advierten que la empresa no ha presentado un proyecto para ejecutar los trabajos necesarios.
Producción actual
La planta pontevedresa no solo produce cloro, sino también ácido clorhídrico, hidrógeno, hipoclorito de sodio y sosa caústica. Estos compuestos se utilizan en plantas potabilizadoras y piscinas, en los sectores de la alimentación y la automoción, en la fabricación de plástico PVC y desinfectantes y en el área de la celulosa para el blanqueo de papel. La empresa suministra el 100% del cloro e hipoclorito que utilizan las estaciones potabilizadoras de Galicia, de hecho, la directiva ya advirtió en su última visita a Pontevedra que, sin su aportación, estas deberían abastecerse de Cataluña, País Vasco o Andalucía. En clave local, Elnosa opera con 155 suministradores gallegos, realiza compras en el área pontevedresa por valor de 4,6 millones anuales, ingresa a sus trabajadores dos millones al año, genera 4.500 movimientos de mercancías y mueve en el Puerto 47.500 toneladas de sal.
