"Desde la crisis mi contrato más largo ha sido de cuatro meses"

Una de cada diez familias de Pontevedra tiene en paro a todos sus miembros

El número de viviendas con todos sus activos sin trabajo subió un 58% en solo ocho años ►El 44,6% de los inscritos en el Inem llevan más de un año buscando algún tipo de ocupación
Una mujer y dos niños en un banco de la ciudad
photo_camera Una mujer y dos niños en un banco de la ciudad

La crisis ha dejado un número preocupante de hogares pontevedreses al borde del precipicio, prácticamente abocados a la exclusión social que hace unos años estaba reservada para casos puntuales y extremos. La pobreza se ha normalizado de puertas adentro en muchos domicilios y, a tenor de las estadísticas, no se atisban indicios de remisión.

Los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) advierten de que en la provincia de Pontevedra hay ya 29.700 viviendas en las que todos los miembros que están en condiciones de trabajar se encuentran en situación de desempleo. El cómputo abarca un 8,13% de las 365.000 viviendas contabilizadas en la provincia y refleja un aumento de este tipo de casos de un 58% durante los últimos ocho años (en 2009 había 18.800 viviendas en estas circunstancias).

La situación se agrava en el caso de 13.600 unidades familiares, en las que el desempleo afecta a todos los miembros y ninguno de ellos tiene derecho a prestaciones públicas. Los afectados se ven abocados a recurrir a los ahorros (en el mejor de los casos) y a solicitar la ayuda de familiares y terceros para poder subsistir. La única apreciación positiva es que este perfil ha ido descendiendo en número en los últimos años. Hace un año eran 16.700, un 18,5% menos.


La Administración destinó el mes pasado 32,9 millones a financiar las prestaciones de los desocupados pontevedreses

Los desempleados y pensionistas superan en número a los asalariados, que ganan una media anual de 17.184 euros

Hay un 20% más de beneficiarios del subsidio y de la renta activa de inserción que destinatarios de la paga contributiva

El municipio reúne a más de 6.000 personas sin empleo, de las que solo el 11,3% lleva menos de un mes buscando empleo


PAGAS. Los datos del IGE también contradicen los síntomas de recuperación en el diagnóstico de la población desempleada. De los 84.394 parados contabilizados en el último mes en la provincia pontevedresa, el 51% no recibe ningún tipo de prestación, bien porque ha consumido todas las ayudas o porque no cumple los requisitos vigentes para recibir alguna de las ayudas programadas para las personas sin empleo.

Tan solo el 48% (ni uno de cada dos parados) está percibiendo algún tipo de retribución y lo más llamativo es que hay más beneficiarios del subsidio por desempleo y de la renta activa de inserción, cuantificadas en 426 euros, que destinatarios de la prestación contributiva ordinaria, que se abona de forma mensual y durante un máximo máximo de dos años (dependiendo del tiempo de cotización del último trabajo).

Estos representan el 39,6%, frente al 48,2% de perceptores del subsidio y el 11,3% de destinatarios de la renta activa de inserción. Dicho de otro modo, seis de cada diez parados con derecho a paga perciben poco más de 400 euros.

FONDOS PÚBLICOS. La Administración destinó el mes pasado más de 32 millones de euros (32.935.000) a financiar las prestaciones reconocidas a los desocupados pontevedreses. El 64% de los fondos fueron para las retribuciones contributivas ordinarias, el 19,5% para costear la figura del subsidio por desempleo y el importe restante, casi dos millones de euros, para el pago de rentas activas de inserción.

En términos generales, las estadísticas también revelan que los desocupados han sufrido una merma en su poder adquisitivo. Si en 2011, la media de las prestaciones contributivas por desempleo estaba situada en los 810,6 euros, ahora mismo el promedio está en los 797,21 euros, una cantidad que se antoja insuficiente para paliar la subida de precios y mantener a flote la economía doméstica, sobre todo cuando esta retribución representa el único ingreso que entra en la vivienda. La cuantía (un 1,6% más baja que hace seis años) está a medio caballo entre los 813,64 euros que se cobran de media a nivel nacional y los 797,21 que se perciben a nivel autonómico.

LARGA DURACIÓN. La prestación media anual para el conjunto de los desempleados también se ha desinflado. De los 3.804 que se abonaban de media a nivel de la provincia en 2010, se ha pasado a los 3.129, un 17,7% menos.

La misma fuente documental deja ver que el número de desempleados y pensionistas (354.676 a nivel provincial) es ligeramente superior al de asalariados (354.056). La diferencia (basada en datos de 2015) es más notable en cuanto a retribuciones. Los trabajadores perciben una media de 17.184 euros anuales (la media autonómica está en los 17.839) y los pensionistas: 12.235 (cuando el promedio gallego es de 11.975, según la última actualización).

A nivel del municipio capitalino, las estadísticas advierten de que el 44,6% de los 6.858 desocupados contabilizados en Pontevedra llevan más de un año buscando trabajo. Son los considerados como parados de larga duración y que, salvo excepciones, suelen encontrar más dificultades para reincorporarse con éxito al mercado laboral.

El 13,6% lleva entre seis y doce meses inscrita en las oficinas del Inem de la calle Eduardo Pondal y el 30,4% entre uno y seis meses. Tan solo el 11,3% lleva menos de un mes.

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