Los técnicos, sorprendidos por la alta calidad de la primera tanda de compost

Los residuos de los composteros del Campus de Pontevedra están madurando en menos tiempo del previsto, mejorando cualquier pronóstico optimista
Compostero colocado en el barrio de Monte Poreriro
photo_camera Compostero colocado en el barrio de Monte Poreriro

Ni los mejores pronósticos fueron capaces de adivinar el buen funcionamiento de los composteros esparcidos por la provincia, ni la calidad y velocidad a la que se está generando compost con los residuos orgánicos que están siendo depositados por los vecinos pontevedreses.

Los módulos colocados en la ciudad del Lérez no son una excepción, hasta el punto de que las previsiones de que harían falta siete meses para recoger el compost han quedado recortadas a más de la mitad. Esta misma semana, en el marco de la Semana Internacional da Creatividade e da Innovación, se recogerá la primera tandada del compost que se empezó a producir en el Campus de Pontevedra a finales de enero, hace apenas tres meses.

Los expertos no saben a qué se debe la celeridad de la maduración, pero presumen que tiene que ver con la elevada temperatura que se está alcanzando en el interior de los módulos durante varios días seguidos, "o que fai que o proceso non pare", advirtió el lunes la concejala Carme da Silva.

El Concello contratará a cuatro personas para supervisar el proceso e iniciará el reparto de 8.000 composteros individuales

Otro factor que ha llamado la atención de los técnicos es la elevada calidad del compost que se está recogiendo en Pontevedra y los más de 20 concellos adheridos al Plan Revitaliza de la Deputación (dirigido al reciclaje de la materia orgánica). En palabras de la edil nacionalista, el humus resultante no presenta trazas de materiales pesados (lo que indica que la separación de residuos está siendo correcta) y cuenta con un nivel de nitrógeno orgánico muy alto. Concretamente, de un 7%, cuando un 2% ya se considera un índice aceptable.

La rapidez del proceso de compostaje obligará al Concello a recalcular el reparto de los composteros comunitarios. De hecho, los que están en proceso de contratación para los barrios de Monte Porreiro y Campolongo han quedado sobredimensionados, por lo que varios podrán ser ubicados en otras localizaciones previstas para más adelante. Lo que sí se mantiene son las ubicaciones programadas en su día y la previsión de empezar este año con el suministro de los 8.000 composteros individuales para las viviendas con parcela.

Otra de las novedades es que el Concello iniciará la contratación de cuatro personas para supervisar el funcionamiento del compostaje colectivo e individual.

El principal ‘problema’ del compost es que el rendimiento es contenido. De cada 160 kilos de materia orgánica y estructurante que se depositan en los contenedores, se recogen diez kilos de compost. Esto hace que su utilización sea limitada y que prácticamente esté destinada a abonar las zonas verdes del municipio y las plantas de los vecinos interesados en emplear esta clase de residuos.

La Deputación ha recibido ofertas de empresas agrícolas que quieren hacerse con el material pero, por lo de pronto, no ha prosperado ninguna propuesta. La demanda que está habiendo por parte de los particulares agota las existencias.

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