El vandalismo se cebó con uno de los yacimientos de arte rupestre más importantes y publicitados de la villa marinense, los petroglifos de Mogor, que amanecieron repletos de pintadas. Inmediatamente, el Gobierno local interpuso una denuncia ante la Policía Local, que todavía continúa investigando la autoría de esta agresión, que reviste mayor gravedad al haberse cometido contra un BIC (Bien de Interés Cultural). La hipótesis que más fuerza está cobrando es que se trataría de una gamberrada de chavales.
Afortunadamente, esta parte del patrimonio cultural marinense ya vuelve a lucir su aspecto habitual tras las labores de limpieza llevadas a cabo en los últimos días. Según fuentes municipales, los trabajos se hicieron conforme a las indicaciones del departamento autonómico de Patrimonio.
Sorprende la celeridad con la que se ha llevado a cabo la limpieza, que muchas veces se posterga en el tiempo por culpa de la tardanza con la que suelen llegar las recomendaciones de Patrimonio. La razón que justifica la rapidez, según el Concello, es la de evitar perder el elevado número de visitas que espera que reciban los petroglifos durante estos días festivos. El Centro de Interpretación de los restos, ubicados en la parroquia de Mogor, guía a las personas que se acercan a conocer yacimientos, especialmente a aquellas menos experimentadas en la tradición rupestre gallega. Los laberintos, que han suscitado el interés de investigadores y estudiosos de la materia, constituyen uno de los principales reclamos turísticos de la villa, de ahí que se intensificaran los trabajos de rehabilitación de las zonas dañadas por las pintadas.
OTRAS AGRESIONES. Sin embargo, no todos los restos arqueológicos de Marín fueron tratados con la misma rapidez al haber sido objeto de un acto vandálico. Al menos, así lo expone la Asociación en Defensa do Monte Pituco, que trae a colación la denuncia que realizó en julio de 2013, cuando el conjunto rupestre sito en Pornedo pareció con todos sus contornos pintados con tiza.
Ya había ocurrido con anterioridad y, en contraposición con la celeridad que el Concello imprimió en las labores de limpieza en Mogor, "daquela, no Pornedo, o Concello de Marín tardou sete meses en verificar a agresión, despois de interpoñer a denuncia ante o Seprona".
