El Ateneo de Marín deja su histórica sede tras cerrar la muestra ‘Voilá la femme’

El inmueble de la calle Caracol, que durante décadas sirvió de sede al Ateneo Santa Cecilia, cerró este viernes sus puertas con la clausura de la exposición ‘Voilà la femme’, una histórica muestra de artistas femeninas que comenzó hace 24 años y que se desarrolló en el local hasta este viernes.

Al acto de clausura de la muestra, que sirvió de despedida para la entidad de su histórico espacio, acudieron numerosos representantes de la vida social, cultural y política de la vida marinense, así como vecinos y simpatizantes del Ateneo. En el acto, las comisarias de la exposición destacaron la importancia de esta cita con el arte femenino, por la que pasaron, desde hace más de dos décadas, artistas que entonces eran noveles y que hoy gozan de un relevante reconocimiento.

En cuanto a la edición que se despidió del público, estuvo coordinada por Celeste Garrido y Basilisa Fiestras, e incluyó las obras de Sabela Andrés, Elisabel de Freitas, Gabriela Lusquiños, Lucía Romaní, Irene Romeu, Rebeca Solla y Sheela Tato. Fotografías, grabados, cuadros e instalaciones artísticas fueron los canales de expresión de las siete artistas que protagonizaron la XXIV Voilà la femme.

Según explicaron las comisarias, la exposición que se cerró es "a máis antiga de mulleres artistas que se celebra no noso país, convertendo Marín nun referente artístico".

MACROEXPOSICIÓN. De cara a la próxima edición, ambas comisarias trabajan en una macroexposición "que permita coñecer o proxecto máis aló do noso concello", con una selección de obras de artistas de reconocida trayectoria que participaron en convocatorias pasadas.

En cuanto a la implicación del Ateneo en la celebración de ‘Voilà la femme’, Celeste Garrido destacó el "forte compromiso" de la entidad para hacer llegar el arte contemporáno a la sociedad.

Con el cierre de esta edición de la muestra, el Ateneo, que comenzó su andadura el 22 de noviembre de 1952, abre una nueva etapa. Cultura, arte y música marcaron el rumbo del Ateneo —uno de los más antiguos de Galicia—, que contó en su programación con la presencia de destacadas figuras de la intelectualidad, como Otero Pedrayo —entre los primeros conferenciantes— y Manuel Torres o Ivan Descamps como pintores de cabecera.